Breznev pide al Ejército soviético máxima vigilancia en la defensa del país
El líder soviético, Leónidas Breznev, hizo ayer un llamamiento a las Fuerzas Armadas de la URSS para que "refuercen permanentemente" la defensa de su país y mantengan su vigilancia "en el grado más alto".En un discurso pronunciado durante la conferencia celebrada en Moscú por los jefes militares del Ejército y la Marina, Breznev afirmó que "la situación internacional nos obliga a doblar o triplicar nuestros esfuerzos puestos en la lucha por la salvaguardia de la paz y la disminución del peligro de guerra nuclear que pesa sobre la Humanidad".
En este contexto de peligro de guerra, agregó, "debemos reforzar permanentemente la defensa de nuestro país y mantener nuestra vigilancia en el grado más alto". Breznev atacó nuevamente a Estados Unidos, que, según él, "ha lanzado una ofensiva política, ideológica y económica contra el socialismo, llegando a alcanzar con sus preparativos militares una intensidad sin precedentes".
Poniendo nuevo énfasis en sus acusaciones, el líder soviético agregó que "la política agresiva de Washington amenaza con empujar al mundo a la hoguera de la guerra nuclear". Breznev calificó de "aventurera, brutal y egoísta" la política de la Casa Blanca.
El jefe del Estado de la URSS subrayó el papel que desempeñan las Fuerzas Armadas de su país. Continuando en la enérgica línea de su discurso, Breznev dijo que el Ejército "es un potente factor de paz y de seguridad, un medio seguro para estrangular a las fuerzas agresivas".
Siguiendo su política de acercamiento a Pekín, el líder soviético dedicó unas palabras a las relaciones con China, que, según afirmó, tienen "una importancia considerable". "Queremos sinceramente", subrayó, "la normalización de las relaciones con ese país, y hacemos todo lo que depende de nosotros para lograrlo". Ajuicio de algunos observadores, la delicadeza empleada por el Kremlin cuando últimamente hace mención de China destaca más aún si se la compara con la rudeza empleada al hablar de Estados Unidos.
En la actualidad, Moscú mantiene conversaciones con ambos países: en Ginebra se negocia con Washington la posible reducción de armas estratégicas y de alcance medio, mientras que Pekín y el Kremlin sostienen contactos previos para la reapertura, de las conversaciones chino- soviéticas, interrumpidas -a iniciativa del país asiático- justo después de que el Ejército Rojo cruzara las fronteras de Afganistán.
El jefe del Estado y del partido comunista soviético aprovechó la ocasión para referirse una vez más a la situación económica interna, utilizando términos tales como "dificultades e insuficiencias" de la economía de la URSS.
El tema de la agricultura, que ha recobrado en los últimos meses una atención especial por parte de las autoridades, mereció una mención de Breznev, quien anunció que "está en marcha un trabajo importante con el propósito de renunciar a las compras de trigo en el extranjero" y reiteró la "importancia excepcional" que concede al programa alimentario aprobado por el pleno del PCUS el pasado mes de mayo.
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