54 años de imaginación
Gabriel García Márquez comenzó su carrera de creador literario en 1947, año en que comenzó a escribir relatos para el diario El Espectador, de Bogotá. Antes, sin embargo, había trabajado como reportero y crítico de cine -su pasión por el cine continúa, a través de la redación de guiones, y ha sido miembro del jurado en el último Festival de Cannes- en el mismo periódico, y antes aún, en un efímero puesto de periodista eventual en el diario El Nacional, de Barranquilla. Tal vez de esta circunstancia profesional de origen proviene su autoconsideración como periodista antes que como escritor.De hecho, su primera fama proviene de un reportaje periodístico publicado en El Espectador, donde narró los relatos de un náufrago que estuvo diez días a la deriva en el océano Atlántico. Este reportaje se tituló La verdad sobre mi aventura y serviría posteriormente de base documental, y en buena parte literaria, para su famoso Relato de un náufrago, que algunos críticos consideran su narración más perfecta. De hecho, periodismo y ficción literaria se funden estrechamente en la vasta obra imaginativa del novelista colombiano, que convierte en una sola y misma cosa los documentos y los mitos.
Nació García Márquez, que tiene ahora 54 años, en la pequeña localidad de Aracataca, Colombia, en 1928. Era una pequeña aldea de mínima cantidad de vecinos, situada en las proximidades de Santa Marta, en la zona atlántica del país colombiano. Allí transcurrió su infancia y se alimentaron sus fantasías primordiales, de las que nació la irónica cosmogonía de Macondo que le ha dado renombre mundial.
En 1940 se trasladó a Bogotá para cursar estudios en un colegio de jesuítas. Cuando terminó los estudios elementales se matriculó en la facultad de Derecho de la Universidad de Bogotá, pero su carrera jurídica fue pronto sustituida por su vocación periodística, que, además de los trabajos citados más, arriba, le llevó como corresponsal a Europa y le permitió pasar grandes temporadas en París y Roma. También fue representante de Prensa Latina en La Habana en 1960 y en Nueva York en 1961.
De nuevo se instaló en Bogotá entre 1956 y 1961; más tarde se instaló nuevamente en Europa, y poco después inició su larga etapa española, muy fructífera para él en el terreno literario. Ya en plena fama conquistada, retornó nuevamente a Colombia, para finalmente instalarse en México, donde actualmente reside. Viaja con frecuencia a Europa, principalmente a España y Francia, y posee un apartamento en París.
La obra de García Márquez es relativamente corta ole espacio, pues comprende sólo una docena de volúmenes. No obstante, y dado su generoso cultivo del relato corto, la cantidad de sus títulos es considerable. Sus volúmenes son: La mala hora (1962), La hojarasca (1955), Los funerales de la Mamá Grande (1962), El coronel no tiene quien le escriba (1961), Cien años de soledad (1967), Ojos de perro azul, La increíble y triste historia de la cándida Erendira y de su abuela desalmada (1972), Relato de un naufragio (1970), El otoño del patriarca (1976), Textos costeños, Crónica de una muerte anunciada (1981) y Entre cachacos (1982).
Altamente sensible al destino y la situación política de los países iberoamericanos, una parte considerable de la vida y la energía del escritor ha estado dedicada a la literatura de combate político, contándose por centenares sus artículos y trabajos periodísticos dispersos y dedicados a este vasto temario.
Tras la publicación de El otoño del patriarca, en 1976, decidió no volver a escribir temas de ficción mientras Augusto Pinochet permaneciera en el poder en Chile, decisión que él mismo revocó con la reciente publicación de Crónica de una muerte anunciada. En el interregno, García Márquez dedicó febrilmente su pluma a escribir sobre Angola, la guerra de Vietnam, Mozambique y, en especial, acerca de los países de América Latina sojuzgados por dictaduras militares.
En 1979 creó la Fundación Hábeas para la defensa de los derechos del hombre en América Latina, por 99 años, los dos primeros mantenidos con una parte de los astronómicos derechos de autor que percibe el escritor colombiano, sin duda los más cuantiosos alcanzados hoy por un escritor en lengua castellana.
García Márquez está casado con Mercedes Barcha Pardo, con la que tiene dos hijos. Aunque el matrimonio reside todavía en México, se anuncia como inminente su retorno del exilio a Bogotá, donde al parecer, y según anuncios publicados recientemente por la Prensa colombiana, podría asumir la dirección de un periódico independiente, que aparecerá próximamente.
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