La Cuadra representa hoy en Sevilla 'Nanas de espinas'
El espectáculo se presenta en la II Bienal de Arte Flamenco
"Intentamos demostrar la natural coexistencia, en el campo del lenguaje teatral, de una poética dramática escrita, literaria, y una poética dramática física, al menos cuando las dos surgen como expresiones comprometidas de las vivencias de un mismo pueblo", ha declarado Salvador Távora, director del grupo La Cuadra, a propósito de su último espectáculo, Nanas de espinas, cuyo estreno mundial se celebrará hoy en Sevilla, dentro de la II Bienal de Arte Flamenco, organizada por el Ayuntamiento de la capital andaluza.
Es la primera vez que La Cuadra presenta en su propia tierra uno de sus espectáculos en los doce años que lleva funcionando este grupo, famoso por Quejío y esencial para entender la evolución reciente del arte escénico en Andalucía. La expectación que este acontecimiento ha despertado en Sevilla se corresponde con la calidad de los productos ofrecidos hasta ahora por el grupo.Inspirada en las Bodas de sangre, de García Lorca, esta obra no es una versión más del universal drama. La anécdota no es sino una sangrante hístoria más, de las miles que generan determinados condicionamientos, sociales. "Cada sonido, cada silencio, cada acción tiene en este montaje su propia historia y entidad", precisa Tavora, quien insiste en que Bodas de sangre no,está utilizada por él a causa de ninguna necesídad,argumental, sino porque forma parte de modo natural del discurso lírico y plástico al que La Cuadra aspira.
Los más amplios sectores sociales
En Nanas de espinas, el grupo introduce, novedosamente, textos que puntúan la acción de los personajes y que permiten llegar a sectores- sociales más amplios. El cante y el baile tambíén ocupan su lugar, siempre como elementos de comunicación, y no como hechos especiales o brillantes en sí mismos. Como todos sus trabajos anteriores, Salvador Távora basa su nueva obra en el ritmo y su sentido dramático."El ritmo es en el andaluz una forma de comportamiento", dice, añadiendo que cada pueblo debe tener un teatro de acuerdo con sus características culturales.
La Cuadra se presentó en Madrid en 1972, con Quejío, cuando llevaba ya dos años trabajando. Paradójicamente, tanto esta primera obra como las que le siguieron (Los palos, Herramientas y Andalucía amarga) han sido más apreciadas en el extranjero. El grupo se ha presentado sus espectáculos en catorce países europeos y participado en una treintena de encuentos internacionales de teatro.
Primer montaje en la tierra
Precisamente, Nanas de espinas es el primer montaje que La Cuadra puede hacer en su Sevilla originaria, y ello gracias, en buena parte, a una financiación de origen catalán.Convencido de que la obra, aunque de raíz netamente andaluza, puede comprenderse perfectamente desde otro entorno cultural, Távora asegura que el espacio escénico es en este caso menos complicado que en los anteriores.
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