Moscú busca normalizar sus relaciones con Pekín

La Unión Soviética parece totalmente decidida a emprender la normalización de relaciones con China. Tras el reciente discurso de Breznev en Bakú a propósito de una mejora en las relaciones entre ambos países, ayer, las más altas instituciones soviéticas enviaron mensajes de felicitación a los líderes chinos con ocasión de cumplirse hoy el 33º aniversario de la fundación de la República Popular.

El Presidium del Soviet Supremo de la URSS (Jefatura del Estado) y el Consejo de Ministros soviéticos enviaron sendos telegramas a las instituciones gemelas de China redactados en términos idénticos.El tono empleado fue totalmente conciliatorio hacia las autoridades de Pekín. El mensaje, citado por la agencia oficial soviética Tass, dice que la victoria de la revolución en China "es una conquista histórica del pueblo chino".

"La URSS", prosigue el mensaje, "se pronuncia por una mejora de las relaciones con la República Popular China y por su desarrollo sobre la base de los principios de la coexistencia pacífica y de la buena vecindad. Deseamos sinceramente el éxito para el pueblo chino en el desarrollo de la economía y la cultura y en la elevación de su nivel material".

Los mensajes son una continuación del discurso conciliatorio de Breznev, el pasado domingo en Bakú, capital de la república de Aserbaiyán, donde, contrariamente a ocasiones anteriores, no se mezclaron las ofertas de negociación con la crítica al desarrollo ideológico de la revolución china.

Los llamamientos amistosos de las autoridades de Moscú a los dirigentes de Pekín se producen en unos momentos en los cuales se habla de la reapertura de negociaciones en la capital china para tratar del contencioso territorial que enfrenta a soviéticos y chinos.

Mientras en el pasado mes de marzo, cuando Breznev hizo un ofrecimiento de normalización de relaciones en Taskent (Uzbequistán), el silencio fue la respuesta de Pekín, en esta ocasión el hombre fuerte de China, Deng Xiaoping, comunicó al primer ministro japonés, Senko Suzuki, durante la visita oficial de éste a Pekín, la disposición china para dialogar con los soviéticos.

En términos similares se expresó a su homólogo nipón, el primer ministro chino, Zhao Ziyang. Pero, ambos líderes de China, reiteraron la condición sin la cual no puede haber entendimiento, esto es, un gesto por parte de la URSS, que demuestre palpablemente su decidida voluntad negociadora.