Estudio de Luis Alberto Salcines sobre Jesús Otero, el escultor de Santillana del Mar
Jesús Otero, la piedra viva, es el título del libro escrito por Luis Alberto Salcines que acaba de publicarse en Cantabria. En él se analizan diversos aspectos de la figura del escultor de Santillana del Mar, (Cantabria) Jesús Otero, "un hombre de piedra, un artista de la piedra en un país de piedra", en palabras del alcalde de Torrelavega, Manuel Teira, visto a través de una larga entrevista y de escritos y poemas.El libro, que se divide en cuatro partes diferenciadas, se inicia con una biograria de la trayectoria artística y humana del escultor, nacido en la villa del marqués de Santillana el 8 de febrero de 1908, de su infancia y juventud en el campo al cuidado del ganado, de la guerra, la cárcel y el rechazo por sus ideas en la larga y difícil posguerra, de su participación en todos los movimientos culturales que tuvieron como sede Santillana del Mar, hasta su definitivo reconocimiento oficial -el popular había llegado mucho antes-, cuando el Ayuntamiento decidió dar su nombre a una de las calles de la villa montañesa.
La vida, el arte, la religión -"mi Dios no tiene sotana. Sólo tiene un inmenso manto de luz, no lleva tahalí y sus finanzas son la ciencia y el arte", confiesa Otero, en un momento de la entrevista, a Salcines- son algunos de los temas desgranados en la larga conversación transcrita.
El libro de Salcines se completa con artículos y poemas que tienen a Jesús Otero como referencia, algunos de ellos realizados expresamente para el libro, como el escrito por el poeta José Hierro, que finaliza con un llamamiento al escultor: "Chus, trabaja, sigue sacando del corazón de la piedra esas elegantes, poderosas, serenas, antiquísimas y actualísimas criaturas a las que das vida y que te dan vida", y otros ya publicados, como el del escritor Víctor de la Serna y Espina, publicado en 1929 en El Cantábrico, así como una reproducción de una importante selección de sus obras más características: las series de animales, cristos, niños y bustos.
"Había muchos elementos comunes entre Mauro Muriedas y Jesús Otero", señala, a modo de justificación de la edición, el autor, "para que este libro fuese una respuesta lógica y con continuidad al anterior sobre Mauro: los dos representan, en cierto modo, los patriarcas de la escultura en Cantabria".
Babelia
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