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El 10% de los ahorros de Fidecaya no han sido devueltos al cumplir el plazo fijado por el Gobierno

Al cumplirse un año de la decisión de liquidar Fidecaya, plazo en que el Gobierno se comprometió por decreto-ley a devolver al casi medio millón de clientes los 14.927 millones de pesetas con garantía estatal, ha sido pagado el 90% de dicha cantidad, según datos oficiales. Entre tanto, la comisión liquidadora ha ultimado los preparativos para entregar al grupo Rumasa el patrimonio de la entidad de ahorro particular, libre de cargas. Como las últimas revisiones lo estiman en menos de 6.000 millones de pesetas, cuando se efectúe la transmisión, prevista para dentro de un mes, el balance de la empresa puede presentar un agujero próximo a los 10.000 millones de pesetas.

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El desfase patrimonial, superior en varios miles de millones al calculado hace un año, es la diferencia entre dos conceptos: por un lado, las devoluciones de ahorros y los pagos a otros acreedores; por otro, los cerca de 6.000 millones de pesetas de patrimonio restante, constituido por inmuebles, solares, fincas, créditos hipotecarios y letras de cambio. El bache, estimado a partir de la revisión contable hecha hasta septiembre de 1981 por la firma Arthur Andersen, así como de las valoraciones de activos realizadas después por Richard Ellis y American Appraisal, será concretado por la auditoría definitiva.Las cifras finales servirán de base para cerrar las condiciones del acuerdo conseguido la Nochebuena pasada entre Rumasa y la comisión liquidadora, que fue aprobado por el Ministerio de Hacienda y luego formalmente ratificado por el Gobierno tras un dictamen del Consejo de Estado. En síntesis, el grupo de Ruiz Mateos recibió del Tesoro Público los 5.912 millones de pesetas que faltaban por devolver a los ahorradores, se comprometió a quedarse con el personal no colocado en operaciones anteriores de devolución a través de cajas de ahorro, y aceptó el patrimonio que restara; todo ello, a cambio de devolver al Tesoro los 14.927 millones de pesetas de garantía a los ahorradores y 2.500 millones de créditos frente a Fidecaya, en amortizaciones crecientes, durante un plazo de veinte años y cuatro de carencia, fijado a tipos mínimos en función de la valoración final del patrimonio.

De esos 14.927 millones, las cajas de ahorro y rurales que se comprometieron antes a devolver ahorros, a cambio de quedarse con personal y oficinas, han gestionado 9.015 millones. Según fuentes de la comisión liquidadora, el 4 de septiembre pasado, día en que se cumplía el plazo de un año, habían devuelto el 99% y quedaban sólo pendientes situaciones especiales (fallecimientos, cheques extraviados, etcétera). Por su parte, Rumasa había pagado alreredor del 90% de los 5.912 millones de pesetas que recibió en febrero pasado.

Cartas a los beneficiarios

Según fuentes de Rumasa, los datos existentes de la primera quincena de agosto reflejan pagos por valor de 5.000 millones, realizados entre aproximadamente 125.000 cedulistas. En total, los bancos del holding jerezano han procedido a las devoluciones en un centenar de ciudades de veintiocho provincias (Galicia, la antigua Castilla la Vieja -excepto Avila-, León, País Vasco -excepto Vitoria y San Sebastián-, Castilla-La Mancha -excepto Toledo y Ciudad Real-, Albacete-, Cataluña, Levante -excepto Alicante-, Aragón -excepto Zaragoza- y Navarra). Los bancos del grupo habían enviado cartas a todos los beneficiarios, por lo que el resto corresponde a residentes en el extranjero, extravíos de cheques (en este caso los liquidadores han decidido dejarlos para el final), cedulistas fallecidos o deudores de Fidecay,a, y ahorradores -hay, al parecer, miles de personas en este caso- que tenían menos de mil p,esetas.

Paralelamente, la comisión liquidadora, que antes del 15 de julio recordó por escrito el compromiso de haber devuelto el ciento por ciento antes del 4 de septiembre, ha llegado a convenios con diversos acreedores que reunían una deuda de Fidecaya próxima a los 3.000 millones de pesetas. Hasta la fecha, ha pagado o cancelado el 70%. Según medios de la comisión, tales convenios, con quitas y esperas, han "evitado una quiebra del grupo Fidecaya (treinta inmobiliarias y diez financieras), que por su evergadura y complejidad hubiera supuesto muy graves perjuicios para terceros, como acreedores, trabajadores y cedulistas". Entre los pagos figuran varios cientos de inillones de pesetas al Estado, p,or impuestos o cuotas de Seguridad Social atrasadas.

Los 670 trabajad.ores del grupol salvo dos casos de despido que han obtenido de Magistratura la mitad de las indemnizaciones pactadas, han encontrado ncaje en las entidades encargadas de la devolución o se han acogido a dichas indemnizaciones. Los bancos de Rumasa han incorporado ya 172 empleados y tienen pendientes d.e integración otros 29. Los más perjudicados, aparentemente, han sido los más de 5.000 delegados que captaban, a comisión, el dinero en ciudades y pueblos.

En opinión del presidente de los liquidadores gobernamentales de Fidecaya, Jaime Isaac, "la labor del año de comisión ha sido altamente satisfactoria, al colocar el person.al, evitar la quiebra y devolver los ahorros". Añadió que, "desde una perspectiva jurídica, al poner los fondos a disposición del cliente, puede considerarse que está pagado el ciento por ciento". luna fuente de la comisión ha comentado que, siendo comparable este caso en montante económico al de Matesa, ha sido resuelto en poco tiempo con los mínimos perjuicios, pues el Estado cobrará al final, mientras que todavía no ha recibido nada a los doce años de aquel escándalo.

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