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Washington y Tel Aviv, frente al problema palestino

La Casa Blanca, más allá de Camp David

Las propuestas del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, sobre Oriente, Próximo han superado, tanto en la letra como en el espíritu, los acuerdos de Camp David, firmados por Egipto, Israel y el ex presidente norteamericano Jimmy Carter el 26 de marzo de 1979.En el análisis de los textos aparecen tres diferencias fundamentales:

-Reagan, prejuzgando la forma definitiva del Gobierno autonómo palestino, ha sugerido que esté asociado a Jordania y ha rechazado toda idea de Estado independiente.

- Ha excluido toda idea de soberanía o de control permanente israelí sobre Cisjordania y Gaza, así como el establecimiento de nuevas colonias judías en esos territorios.

- El presidente norteamericano se ha pronunciado por la indivisibilidad de Jerusalén.

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Los acuerdos de Camp David, oficialmente conocidos como "marco para la paz en Oriente Próximo", prevén que Egipto, Israel, Jordania y los representantes del pueblo palestino en "la resolución del problema palestino bajo todos sus aspectos" en tres etapas:

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1. "Israel y Egipto convienen en que debería haber un período transitorio no superior a los cinco años, teniendo en cuenta a la vez el principio de autogobierno de los habitantes (de los territorios ocupados) y las garantías de seguridad de las partes interesadas".

2. "La partes negociarán un acuerdo que definirá los deberes y responsabilidades de la autoridad autogubernamental que serán ejercidos en la ribera occidental y Gaza".

3. El período transitorio comenzará "después de la instalación de la autoridad autogubernamental (consejo administrativo). En los tres años que seguirán "tendrán lugar negociaciones para determinar la situación final de la ribera occidental y de Gaza, y para concluir un' tratado de paz entre Israel y Jordania. El proceso de las negociaciones resolverá, entre otras cuestiones diferentes, el emplazamiento de las fronteras y la naturaleza de las disposiciones de seguridad. Las negociaciones deben también reconocer los derechos legítimos de los palestinos y sus justas razones".

Los acuerdos prevén igualmente que "Egipto e Israel trabajarán en conjunto con las demás partes interesadas, a, fin de establecer los procedimientos convenientes para una aplicación justa y permanente de medidas para resolver el problema de los refugiados".

El "marco para la paz en Oriente Próximo" estuvo acompañado, durante su negociación, de un intercambio de cartas entre el desaparecido presidente egipcio Anuar el Sadat y el primer ministro israelí, Menájem Beguin, en las cuales Egipto e Israel expresaban puntos de vista abiertamente opuestos sobre el futuro estatuto de la ciudad de Jerusalén.

Con los acuerdos de Camp David quedó concluido el estado de guerra que enfrentaba a Egipto e Israel, y el Gobierno de Tel Aviv se comprometió a "retirar todas sus fuerzas armadas y civiles del Sinaí al otro lado de la frontera internacional entre Egipto y la Palestina mandataria", y Egipto reasumió "el ejercicio de su plena soberanía sobre el Sinaí".

El principal protagonista de estos acuerdos, Jimmy Carter, declaró ayer que el plan propuesto por Reagan es "absolutamente compatible" con Camp David, y pidió al presidente que desempeñe ahora un "fuerte" papel.

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