Los Festivales de Goya se celebran en Aragón con un programa insólito a pesar de las dificultades económicas

El próximo viernes comienzan los I Festivales de Goya, de Aragón. Desde el 3 al 19 de septiembre, las poblaciones zaragozanas de Fuendetodos y Cetina, la propia capital, y las de Alcañiz (Teruel) y Monzón (Huesca), acogerán un amplio programa que revitalizará la cultura aragonesa, al calor del más famoso de sus pintores, Goya. La programación es de tal calidad que resulta insólita para el exiguo presupuesto con el que contó la organización.

La participación aragonesa en los festivales es muy numerosa e importante. Están presentes los principales grupos de teatro, de música clásica y de folklore, y además hace su presentación pública el Ballet Clásico de Zaragoza, dirigido por María de Avila. Esta nueva compañía de danza -primera que va a existir en Aragón- viene avalada por el gran prestigio de su directora, en cuya escuela de Zaragoza se han formado grandes figuras, como Víctor Ullate y otros, que actualmente trabajan como primeros bailarines en las más famosas compañías europeas (el Ballet de Maurice Béjart, el London Festival Ballet o el Ballet Culbert de Estocolmo, por ejemplo). La creación de esta compañía brinda la oportunidad, precisamente, de que la sólida cantera que María de Avila ha encontrado en Zaragoza -a lo largo de sus años de enseñanza- no tenga como único futuro la emigración.Junto a este ballet -e incluso interpretando la misma coreografía, como es el caso de El corsario, de Marius Petipa, conocida por su dificultad- van a estar en los Festivales de Goya las estrellas de la Opera de París, Scala de Milán, Opera de Munich y Ballet del Siglo XX, de Baurice Béjart, en la Gala Internacional de Danza, tres días en el teatro Principal de Zaragoza.

La apertura consiste en un recital -en este mismo teatro- de la soprano aragonesa Pilar Lorengar, acompañada al piano por Miguel Zanetti, que el sábado repite la actuación en Fuendetodos con entrada libre. Participan también, a lo largo del festival, la pianista Ekaterina Novitskaya (premios Lenin y Reina Fabiola), el Cuarteto de Stuttgart, la Orquesta Nacional de Cámara de Toulouse, la Ciudad de Zaragoza, el Cuarteto Preiffer, el Ballet-Teatro Josep Russillo de París y el Quinteto de Viento de Zaragoza, entre otros muchos intérpretes. Destacan asimismo en el programa los guitarristas Luis Suelves y Manolo Sanlúcar, el grupo Discantus de música antigua aragonesa o el folklórico Somerendón.

En el teatro están, además de los principales aragoneses (el Silvo Vulnerado presenta en Cetina un espectáculo sobre Quevedo, muy vinculado a esta localidad), la Compañía Teatral de Buenos Aires. En cuanto a las exposiciones, destaca una de grabados auténticos de Alberto Durero, que se exhibirá en Fuendetodos, gracias a la colaboración del Instituto Alemán, y una bibliográfica sobre Goya, que es la primera de sus características que se organiza en España.

Una idea de la Unesco

Los I Festivales de Goya parten de una idea de la Unesco, que pretendió organizar en Fuendetodos un festival que fuera único en su género, con el tema monográfico de La tragedia en sus diferentes visiones artísticas. El organismo internacional quería que el festival de la tierra natal de Goya tuviese la singularidad suficiente como para atraer a público del mundo entero. Técnicos de la Unesco se fijaron en Aragón en varias ocasiones, propusieron un plan de trabajo y afirmaron que el presupuesto mínimo a invertir era de cincuenta millones de pesetas y que los beneficios llegarían a ser muy superiores.La idea primitiva ha sido sustituida por ésta, llevada adelante por un patronato formado por la Diputación General de Aragón, a Dirección Territorial del Ministerio de Cultura, la Diputación Provincial de Zaragoza y los ayuntamientos de esta ciudad y Fuendetodos, que adoptó como primera medida la de prescindir de los servicios de la Unesco. Mario Antolín, director del festival, da una cifra de quince millones y medio como presupuesto, de los que se espera convertir en déficit al menos la mitad, aunque al parecer la suma aportada por las instituciones aragonesas hasta ahora apenas alcanza los ocho millones de pesetas. La colaboración unitaria que se precisaba ha llegado al extremo de que se adoptara un acuerdo plenario en la Diputación Provincial de Teruel para que los festivales no se desarrollaran en esta provincia, y del que, por fortuna, la ciudad de Alcañiz ha hecho caso omiso.