La villa abulense de Bohoyo rinde homenaje al escritor Camilo José Cela

La totalidad abulense de Bohoyo rindió ayer un cálido homenaje al escritor y académico Camilo José Cela, uniéndose así a los actos conmemorativos de los veinticinco años de la publicación del libro de viajes Judíos, Moros y Cristianos. En el transcurso de los actos, el autor de La familia de Pascual Duarte descubrió una placa por la que se da el nombre de Eras de Camilo Volando a uno de los prados de la villa.

El vagabundo, como se autodenomina Cela en su libro de viajes, llegó a Bohoyo alrededor de las 11 de la mañana a bordo de un helicóptero que aterrizó en el prado, que a partir de ahora se denominará Eras de Camilo Volando. Allí fue recibido por los habitantes de Bohoyo y por los componentes de varios grupos folklóricos de la localidad, que interpretaron canciones originales de la zona.Posteriormente el autor de La colmena, acompañado de las autoridades locales y de la directiva de la peña Los Serranos, organizadores de los actos, descubrió un azulejo, realizado en cerámica de Talavera, con el nuevo nombre del prado. En este mismo lugar, el año pasado, un helicóptero recogió al vagabundo para trasladarlo hasta el refugio de Gredos y pasar allí la noche con los montañeros que participaban en la travesía conmemorativa de las bodas de plata de la publicación de Judíos, Moros y Cristianos.

Cela, acompañado por su esposa y otros familiares, firmó más de cien ejemplares de la obra antes citada con destino a los niños de la localidad, antes de asistir a una misa de campaña.

Posteriormente, el vagabundo padre, al que también acompañaban algunos de los vagabundos hijos, como se autodenominaron el año pasado los montañeros, recibió un pergamino de manos del alcalde. En él se decía que "en sesión celebrada el día 1 de abril de 1982, se acordó en orden a los méritos que concurren en el excelentísimo señor don Camilo José Cela Trulok, a propuesta de la alcaldía presidencial, que el lugar de esta villa conocido como Las Eras, pase a denominarse Eras de Camilo Volando".

Los actos concluyeron con una comida a la que asistieron las autoridades presentes, montañeros del grupo Almanzor, Aurelio Delgado Sánchez, delegado de la Federación de Montaña en Avila y más conocido como "el hombre de Gredos" y miembro de la peña Los Serranos.

En la obra Judíos, Moros y Cristianos, publicada hace ahora veintiséis años, Cela narra sus viajes por tierras de Castilla la Vieja. Las peripecias del vagabundo comenzaron en el puerto de Navacerrada y terminaron en la localidad de Cebreros.

Corramos un tupido velo

Tras narrar su paso por Segovia, Medina del Campo y Avila capital, Cela se planta en la ladera norte de Gredos, dispuesto a cruzar la sierra. La última parada antes de hacer la travesía fue en Bohoyo, localidad en la que el vagabundo repuso fuerzas en casa de una viuda joven, a base de una abundante cena. Tras ella el viajero describe el comienzo de la sobremesa y de sus artes amatorias con la viuda, aunque acaba pronto este pasaje acogiéndose a la frase "corramos un tupido velo".Esta misma frase fue utilizada por el vagabundo cuarenta años después al responder a una pregunta de EL PAIS acerca de si había vuelto a saber de ella. Por otro lado, los habitantes de Bohoyo tampoco supieron dar respuesta sobre esta persona.