Pobre Argentina
En el reportaje efectuado por EL PAIS (22 de julio de 1982) al doctor Angel Robledo, que desempeñó el cargo de ministro del Interior mientras Argentina era ahogada en sangre durante la presidencia de la señora María Estela Martínez de Perón, leo que el entrevistado es un político habilidoso y moderado, que puede convertirse además en candidato a la presidencia de la nación.Leo también que el doctor Robledo considera a la señora de Perón "abanderada y jefa del movimiento" y "gran inspiradora del partido", como si las aberraciones cometidas por el régimen que la desalojó del poder bastaran para hacer olvidar la naturaleza esperpéntica y guiñolesca del régimen que ella encabezó.
Todo esto me hace retomar una hipótesis que empezó a tomar cuerpo durante la infausta guerra de las Malvinas. En el cuento de Edgar Allan Poe La verdad sobre el caso Valdemar, el protagonista, al borde de la muerte, es hipnotizado y sobrevive en coma durante seis meses. Al cabo de dicho lapso, el hipnotizador se apiada de él y pone fin al trance. Instantáneamente, el señor Valdemar se transforma en un magma informe de humores mefíticos, como si ya llevara seis meses muerto. Me pregunto: ¿es posible que a un país también lo tengan. suspendido al borde de la muerte, mediante un truco que le hace suponer que continúa vivo, y que de pronto un fenómeno brutal lo despierte y lo haga entrar en acelerada descomposición? Y, de ser así, ¿cuándo debió haberse producido la muerte que fue artificialmente frenada? ¿Después de uno de los golpes de Estado perpetrados en 1930, 1943, 1955, 1966 y 1976? ¿O al asumir la presidencia la señora de Perón? ¿Y cuándo' se producirá. el despertar aniquilador? ¿Acaso se produjo ya, con la debacle de las Malvinas? ¿O se producirá cuando asuma la presidencia el doctor Robledo, bajo la tutela inspiradora de la abanderada y jefa del movimiento?
Pobre país, Valdemar. /
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