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Las medidas anunciadas por Jaruzelski pueden significar el comienzo de la normalización en Polonia

El jefe del Gobierno polaco, general Wojciech Jaruzelski, anunció ayer ante el Parlamento la liberación de la mayoría de los internados y el levantamiento de algunas de las medidas excepcionales tomadas con motivo de la declaración del estado de guerra el pasado 13 de diciembre. Sobre el futuro de los sindicatos, Jaruzelski repitió la fórmula usual en los últimos meses, de que "no volverán a ser ni como antes de agosto de 1980" (fecha del nacimiento del sindicato independiente Solidaridad) "ni como antes del 13 de diciembre" (día de la declaración del estado de guerra en Polonia y suspensión de Solidaridad).

El Ministerio del Interior anunció que serán liberados 1.227 internados, 913 de forma definitiva y 314 condicionalmente. Permanecerán en prisión otras 637 personas. El portavoz gubernamental, Wieslaw Gornicki, informó que las personas liberadas se han, comprometido a no emprender actividades contra la seguridad del Estado.Gornicki añadió que el líder del sindicato independiente Solidaridad, Lech Walesa, no se encuentra entre las personas que serán liberadas.

Tres cuartos de hora duró el discurso de Jaruzelski ante el Parlamento, en la víspera de la fie ta nacional del 22 de julio, aniversario de la creación del Comité de Liberación Nacional, a finales de la segunda guerra mundial, en la zona libre. El general aprovechó esta ocasión, en la que se suelen conceder medidas de gracia, para anunciar la puesta en libertad de la mayoría de los internados -entre ellos, todas las mujeres- que habían sido encarcelados con motivo de la declaración del estado de guerra.

'Levantar la mano'

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Se suavizan también las réstricciones impuestas para telefonear dentro del país y con el extranjero se concede a los gobernadores provinciales la posibilidad de levantar la prohibición de diversas organizaciones y se liberaliza la posibilidad de viajar fuera del país. Por primera vez, Jaruzelski se fijó, de forma vaga, un plazo para el levantamiento del estado de guerra: hasta fin de año, si la situación se normaliza para entonces.

Las medidas anunciadas ayer por Jaruzelski responden a la necesidad de levantar la mano para tratar de elevar la moral de un pueblo sumido en la apatía y el desánimo desde la declaración del estado de guerra.

No pudo Jaruzelski anunciar la visita del Papa porque, en el momento actual de Polonia, concentraciones humanas de centenares de miles de personas pueden tener consecuencias imprevisibles, que dejarían al régimen polaco en una situación muy comprometida ante sus vecinos. Los últimos días, la Prensa checoslovaca y soviética se pronunciaron de forma contundente contra la visita del Papa a Polonia.

El general Jaruzelski es consciente de la falta de apoyo popular y en su discurso de ayer dejó abiertas las puertas para una visita papal el año próximo, y llegó incluso a recordar que el jubileo mariano dura, según la costumbre de la Iglesia católica, un año entero. De esta forma se gana tiempo y queda abierta la posibilidad de un viaje de Juan Pablo II hasta septiembre de 1983, dentro del marco del aniversario de la Virgen de Czestochowa.

El dirigente polaco mencionó incluso las condiciones para una visita del Papa: paz social en el país, fin de las actividades contra la seguridad del Estado y consecución del necesario nivel de estabilidad.

Por otra parte, el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, informó ayer que Washington desea estudiar atentamente con sus aliados de la OTAN y de la Comunidad Económica Europea las medidas de gracia anunciadas por Jaruzelski, informa France Presse. Idéntica actitud va a ser adoptada por el Gobierno de la República Federal de Alemania, según afirmó el portavoz oficial del canciller Schmidt.

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