20.000 personas 'vivieron' el festival celta de Ortigueira
Ecologistas, libertarios, mitómanos, nacionalistas y una amplia variedad de individuos marginados dieron un extraño aire de nostalgia de los años sesenta a la concentración de aproximadamente 20.000 personas atraídas durante el fin de semana a Ortigueira (La Coruña) por el Festival Internacional de Música Celta que desde hace cinco años organiza la Escola de Gaitas de este puerto del Cantábrico gallego.Inspirado en la fiesta de las cornamusas de Lorient, en la Bretaña francesa, el festival de Ortigueira toma como pretexto las relaciones más o menos míticas entre los pueblos europeos de pasado celta -Irlanda, Escocia, Gales, Cornualles, Bretaña, Isla de Man y Galicia- para la celebración de un largo recital en el que se alternan los temas medievales con los folklóricos e incluso alguna marcha militar.
Los aires marciales -que marcan un curioso contraste con el público al que van dirigidos- corrieron en esta edición por cuenta de The Royal Scots, banda escocesa de gaitas y tambores perteneciente a un regimiento del ejército británico acantonado en Edimburgo. La veintena de enormes escoceses que adquirieron el privilegio de lucir un tartán (falda escocesa) propio tras encabezar con sus gaitas numerosas ofensivas de la infantería británica, resultó finalmente la atracción central para un público más interesado quizá por su exotismo que por su aureola guerrera.
Otra banda de veintisiete músicos, civiles en este caso, representó a la Bretaña francesa, región que no ha dejado de participar con grupos en general numerosos en todas las ediciones del festival de Ortigueira. Bagad Blei Mor, banda de cornamusas bombardas y tambores, contaba además con el atractivo especial de haber tenido entre sus primeros gaiteros al principal creador de la mística celta, Alan Stivell.
El dúo irlandés formado por Joe y Antoniette McKenna, el grupo folklórico escocés The Batfiefield Band, los bretones Ar Bleizi Ruz, dos conjuntos asturianos de canto y danza, y cinco agrupaciones gallegas entre las que se encontraban las específicamente celtas Milladoiro y Doa completaron el listado de actuaciones.
Cantigas de Alfonso XII y inarchas guerreras sonaron sin solución de continuidad sobre un fóndo masivo de gaitas irlandesas, escocesas, bretonas, asturianas y gallegas para las 6.000 personas que entraron al recinto del festival, según el control de taquilla. El resto acampó en las playas próximas.
Babelia
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