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Se atribuye a un fallecido el 'decreto de las quinielas'

Hilario Bilbao, vicepresidente de la Diputación de Vizcaya en los años sesenta, fue quien firmó, en sustitución del entonces presidente, Plácido Careaga, el primer decreto que dio pie a la comisión del presunto delito de malversación de fondos públicos en que se encuentran involucrados tres antiguos presidentes y otros altos funcionarios de ese organismo foral, según han informado distintas fuentes a EL PAIS. La firma tuvo lugar el 10 de enero de 1964, al parecer en presencia del secretario, Antonio Martínez.Tanto Hilario Bilbao, hermano del que fuera presidente de las Cortes, Esteban Bilbao, como Antonio Martínez fallecieron años atrás. De confirmarse estos datos, Plácido Careaga habría sido procesado por un delito que no cometió, ya que el auto de procesamiento le atribuye únicamente la firma del decreto, pero no la percepción de las comisiones.

La primera disposición de la Diputación Foral de Vizcaya creando el comité de gerencia para el control de los fondos de las quinielas y fijando un fondo económico para la retribución de los componentes del comité, no fue nunca presentado ante Plácido Careaga, según sostiene su hijo y abogado, José Antonio Careaga. El decreto justifica la fijación de un porcentaje de la recaudación de las quinielas para la retribución de los componentes del comité, "ya que es conveniente estimular e incentivar su trabajo".

Según el decreto, los presidentes de la Diputación no debían percibir dinero alguno de ese fondo. Sin embargo, el auto de procesamiento contra los presidentes Pedro Arístegui y Fernando Ybarra, marqués de Arriluze y muy vinculado al que fuera ministro de Gobernación, Garicano Goñi, les acusa de haber cobrado cuatro millones y medio de pesetas y 600.000 pesetas, respectivamente. Además de esto, los presidentes aumentaron el porcentaje del 0,5% de la recaudación hasta el 1,24%, siguiendo el principio de "estimular e incentivar el trabajo" de los vocales y delegado del Patronato de Apuestas Mutuas quienes componían, junto con el presidente el comité de gestión. La presidencia de este comité correspondía en función de su cargo al propio presidente de la Diputación Foral y los vocales eran el secretario general y el interventor de fondos.

En el primer decreto del año 64 la firma del secretario aparece ilegible, pero no así la correspondiente al presidente, en donde puede leerse claramente la palabra Hilario. La firma, pues, no sería una falsificación, ya que el vicepresidente Hilario Bilbao estaría en ese momento ejerciendo las labores de presidencia, en sustitución de Plácido Careaga.

La situación del único de los procesados que continúa ocupando un cargo en la Diputación de Vizcaya, Francisco Ipiña Bilbao, fue estudiada ayer en una reunión que celebró expresamente la Junta del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo-Benéficas. Al cierre de esta información no se conocía la decisión adoptada, pero se estimaba que hasta el lunes, en que habrá nueva reunión, no se tomarán medidas definitivas.

A últimas horas de la tarde de ayer los procesados, o al menos algunos de ellos, no habían recibido todavía oficialmente la notificación correspondiente.

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