Ir al contenido
_
_
_
_

La primera ministra de Dinamarca anuncia que viajará a Groenlandia para “reforzar la unidad”

Mette Frederiksen se reunirá con el nuevo Gobierno groenlandés en medio de la creciente presión de Estados Unidos

La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, el 20 de marzo en Bruselas.
Carlos Torralba

Mette Frederiksen, la primera ministra de Dinamarca, ha reaccionado este sábado a la creciente presión de Estados Unidos con el anuncio de que viajará a Groenlandia la próxima semana. La socialdemócrata se reunirá con el primer ministro del territorio autónomo del reino danés, Jens-Frederik Nielsen, que el viernes, poco antes de la polémica llegada a la isla de J. D. Vance, el vicepresidente estadounidense, anunció la formación de una amplia coalición de gobierno para hacer frente a la actitud imperialista de Washington. Miles de personas se han manifestado este sábado en el país escandinavo en apoyo a Groenlandia y contra la intención del presidente Donald Trump de anexionar la gigantesca isla ártica a Estados Unidos.

Frederiksen visitará la remota isla entre el miércoles y el viernes de la próxima semana para dialogar con el nuevo Gobierno, surgido de las elecciones del pasado 11 de marzo y que incluirá a todas las fuerzas parlamentarias salvo al independentismo radical. “Espero con ilusión continuar la colaboración estrecha y llena de confianza entre Groenlandia y Dinamarca junto con Jens-Frederik Nielsen y el resto del Naalakkersuisut (Gobierno groenlandés)”, se indica en un comunicado, titulado Visita para reforzar la unidad con Groenlandia, difundido por la oficina de la primera ministra.

“Tengo el mayor de los respetos por cómo el pueblo y los políticos groenlandeses han manejado la gran presión que hay sobre Groenlandia. Es una situación que reclama unidad de todos los partidos políticos y en la Mancomunidad del Reino (que incluye también a las Islas Feroe), y cooperación de un modo respetuoso e igualitario”, desarrolla el comunicado.

Será la primera vez que la mandataria danesa viaje a Groenlandia desde que Trump regresó a la Casa Blanca y volvió a la carga con su intención de hacerse con el control de la isla, la mayor del planeta. En 2019, Frederiksen enfureció al republicano, que canceló un viaje oficial a Copenhague, al calificar de “absurda” su intención de incorporar la isla danesa al país norteamericano. En los últimos meses el presidente de Estados Unidos ha reiterado que la anexión de Groenlandia es “una necesidad absoluta” por razones de “seguridad nacional e internacional” y ha amenazado a Copenhague con represalias si no cede a sus presiones.

El vicepresidente Vance visitó el viernes con su esposa, Usha Vance, y otros altos cargos de la Administración Trump —como el secretario de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y el de Energía, Chris Wright— la base militar estadounidense de Pituffik, en el noroeste de la isla, unas instalaciones de vital importancia para el sistema de radares estadounidense de alerta temprana de misiles balísticos. Desde allí, Vance cargó contra Dinamarca por “no haber mantenido el ritmo en el gasto militar, ni destinado los recursos necesarios para garantizar la seguridad” en la isla frente a “las incursiones muy agresivas de Rusia, China y otras naciones”.

La primera ministra danesa calificó poco después de “injustas” las críticas de Vance, mientras que su ministro de Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, las calificó de “inapropiadas” e instó a Estados Unidos a “mirarse en el espejo”.

Unas 2.000 personas se han reunido este sábado a mediodía delante de la Embajada de Estados Unidos en Copenhague, mientras que alrededor de un millar se ha congregado en el centro de Aarhus, la segunda mayor ciudad del país escandinavo, para mostrar su solidaridad con Groenlandia y su rechazo a la presión de la Administración Trump.

Geográficamente parte de América del Norte, Groenlandia ha estado controlada por Copenhague desde la llegada de unos misioneros en el siglo XVIII. La isla se transformó en un territorio autónomo del reino danés en 1979, y sus competencias fueron ampliadas notablemente tras la celebración de un referéndum en 2009. Sin embargo, la defensa, la política monetaria o la exterior aún dependen íntegramente de Dinamarca.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Torralba
Es redactor de la sección de Internacional desde 2016. Se ocupa de la cobertura de los países nórdicos y bálticos y también escribe sobre asuntos de defensa. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_