Un presidente huérfano de apoyos

Cuando asuma el poder oficialmente el próximo día primero de julio, el general de división retirado Reynaldo Antonio Benito Bignone, de 56 años de edad, será tal vez el presidente argentino que cuente con menos respaldo en los últimos cincuenta años.La decisión de la aviación y la marina de retirarse del Gobierno hará que asuma sus funciones civiles sólo con el apoyo del Ejército de Tierra, una situación que se presenta por primera vez en la historia castrense de este país. Bignone inició su carrera militar en 1947. Después de varios destinos en regimientos de Infantería, realizó el curso de Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra. Más tarde fue destinado a la agrupación de montaña de Neuquén y después al Estado Mayor.

En febrero de 1962 fue enviado a realizar un curso de Estado Mayor a España, y el 31 de diciembre de 1964 fue ascendido a teniente coronel jefe del Regimiento VI de Infantería.

En 1975 fue nombrado secretario general del Estado Mayor del Ejército, y, en 1976 fue uno de los jefes militares que protagonizaron el proceso de reorganización nacional que acabó con el Gobierno de la viuda de Perón.

Ha sido también director del Colegio Militar y segundo comandante en jefe del Ejército. Bignone se retiró voluntariamente en diciembre de 1981, con otros diez Jefes de su cuerpo, cuando la Junta Militar solicitó, la renuncia del general Viola, en la crisis que llevó al poder a Leopoldo Galtieri.

Su nombramiento ha despertado grandes inquietudes en los medios económicos, porque se le considera hombre muy vinculado al ex ministro José Alfredo Martínez de Hoz, padre de la política económica de 1976, considerada causante de la grave crisis que vive el país en estos momentos.