Sobre la sentencia del 23-F
Hace unas horas leí la información publicada por ustedes en relación al desenlace momentáneo del golpe de Estado fracasado del día 23 de febrero del año pasado.En el informativo de Televisión Española de las 3 de la tarde de hoy he vuelto a contemplar las dantescas imágenes que en aquella ocasión, y mientras se perpetraba, fueron videograbadas.
Quizá en estos momentos, y no llegando a sentir la indignación que aquel 24 de febrero en que las contemplé por primera vez, he constatado, con consternación, que la lectura de la sentencia me produce sentimientos similares.
También he vuelto a complacerme en la visión de que los Ejércitos de los pueblos de España, que en aquellos hechos estuvieron representados -con el valor, honor y gallardía que los identifican- en el excelentísimo teniente general don Manuel Gutiérrez Mellado, se mantuvieron firmes y dignos ante la acometida, en pandilla y armados, del grupo de funcionarios en rebeldía y clara anticonstitucionalidad.
No lograron derribar a don Manuel ni, en él y con él, al Ejército y a los millones de españoles que, venciendo el estupor inicial, no se sintieron intimidados con su vocerío, procaz incluso, sus disparos y el uso brutal y grosero de la fuerza.
Y si en aquella ocasión el común de los españoles se sintió orgulloso de semejante actitud y eficacia en defensa de la dignidad nacional, hoy quiero reiterar públicamente -sintiéndome portavoz de los millones de ciudadanos a los que mencioné anteriormente- mi res-peto, admiración y adhesión.
También quiero expresar que esta actitud es consciente y leal al mejor servicio de los españoles, su Constitución y su ordenamiento jurídico emanado en uso de su soberana voluntad y de forma democrática. /
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