Corín Tellado e Ibáñez hablan de la crisis de sus editores

La escritora Corín Tellado y el dibujante Francisco Ibáñez han enfocado en parecidos términos aunque desde distintas perspectivas la crisis de Bruguera.La escritora Corín Tellado, que ha entregado trabajos a Bruguera para publicar hasta febrero del año próximo, anunció ayer por Radio Nacional que aunque no le afectaban los problemas de Bruguera esperaba colaborar con esta editorial en este momento crítico. "Me siento moralmente solidaria con ella. Creo que lo que tiene Bruguera es un problema técnico, normal en las empresas y tengo noticias de que la editorial va a emprender una importante renovación tecnológica". En el orden interno las relaciones entre Bruguera y sus colaboradores han oscilado entre el completo acuerdo y el juzgado. Tal es el caso de Víctor Mora, cuyo juicio por la reclamación de los derechos de autor correspondientes a su labor como guionista del célebre y popular, Capitán Trueno se vio en la audiencia de Barcelona hace tres meses.

En el polo opuesto está Francisco Ibáñez, creador de Mortadelo y Filemón, Rompetechos y El botones Sacarino. Ibáñez declaró a este diario que aunque no le afectaba directamente la suspensión de pagos de la empresa, dado que él era colaborador de la misma, lamentaba el hecho, que sin embargo, en su opinión, habrá de servir de punto de partida para una labor importante.

Caso radicalmente distinto es el de Manuel Vázquez (by Vázquez), creador de Gu-gú, Los cuentos del tío Vázquez, y otros personajes infantiles. Vázquez declaró a este diario que sintiéndolo mucho por los trabajadores de la, empresa consideraba que ayer era el, día más feliz de su vida. "Lo único que lamento", añadió, "es que me quedo sin nadie a quien odiar". Vázquez estuvo duro con la editorial a la que acusó de pagar poco y reeditar material de hace 20 años.

Consultados directivos de la editorial al respecto manifestaron que con los dibujantes nunca habían tenido problemas, pero que sí era posible que los de relleno se considerasen mal pagados. En cuanto a lo referente a la reedición de material antiguo añadieron que eso era práctica habitual y que el pago dependía de las condiciones del contrato.