La Junta Militar argentina aumenta la presión fiscal para financiar la guerra de las Malvinas

Las autoridades argentinas adoptaron ayer una serie de medidas destinadas a la creación de cambios múltiples que favorezcan a los exportadores industriales y dificulten la importación de bienes no indispensables. La más, importante de ellas fue una devaluación del peso del 16,66%, que ya se depreció en un 600 por cien en el último año.

En consecuencia, el dólar se cotizó oficialmente, a partir de la iniciación de la ronda cambiaria, a 14.000 pesos para el tipo único comprador-billete y para el tipo comprador-transferencia en el Banco de la Nación Argentina (BNA) y a 14.050 para el tipo vendedor.Simultáneamente, el ministro de Economía determinó la aplicación de un reembolso del 14% para las exportaciones manufactureras, la mezcla da devaluación y reembolsos lleva el tipo de cambios a 16.000 pesos, aproximadamente.

Como contrapartida, al aplicarse una retención adicional de mil pesos por cada dólar para los exportadores cerealeros, quienes ya tenían una retención del 10%, la cotización de la divisa norteamericana para ese sector será de 11.600 pesos por unidad.

Los productores agropecuarios pagan un impuesto sobre sus exportaciones del 17,25% el cual cubre con exceso el 14% que se otorga como reembolso a los exportadores de manufacturas.

Según se indicó en la resolución correspondiente, el impuesto que de hecho pagan los sectores agropecuarios. por vía de las retenciones se destinará a compensar el esfuerzo bélico argentino en su enfrentamiento con el Reino Unido.

Las principales medidas dispuestas por el Ministerio de Economía, que integran el Programa de Emergencia Económica anunciado por el ministro Roberto Alemann, son las siguientes:

-Fijarse el tipo de cambio a 14.000 pesos.

-Retención de emergencia de mil pesos por cada dólar que ingresen los exportadores agropecuarios, adicional al impuesto del, 10% que pagan en la actualidad. Esta medida significa un impuesto adicional del 7,1%, con lo cual el tributo que pagará cada exportador por dólar que ingresa será de 2.394 pesos.

-Las exportaciones de origen industrial tendrán un reembolso del 14%. El aumento de este beneficio fiscal es de cuatro puntos, dado que hasta la fecha el reembolso era del 10%.

-Una moderada baja de los aranceles de importación.

-El arancel máximo se ubicará en el 33%, y el mínimo en el 10%.

-Se suspenden las importaciones de productos prescindibles.

-Sólo se permitirá importar insumos para tres meses de consumo, que se evaluarán de acuerdo a la demanda realizada en el primer trimestre de este año.

-Aumento de los combustibles del 30%.

-Reducción de la garantía de los depósitos mayores de cien millones de pesos en diez puntos. La cobertura oficial será a partir de ahora del 80% para esos depósitos.

-Esta garantía se irá reduciendo gradualmente.

-La garantía de los depósitos menores de cien millones se mantendrá en el ciento por ciento.

-Aumento en el impuesto a los cigarrillos y algunas bebidas alcohólicas.

-Recaudación por parte de la tesorería de la diferencia de cambio sobre la posición neta de divisas de los bancos y la diferencia del precio de las naftas sobre-las existencias de las estaciones de servicio. -Los bancos oficiales y extranjeros se abstendrán durante un lapso prudencial de aumentar sus depósitos.

Medidas complementarias

Horas después de conocerse las primeras medidas se anunciaron otras complementarias, sobre todo de índole fiscal, destinadas a recaudar fondos para financiar el alto costo de las operaciones militares en el Atlantico sur.

En ese sentido hay que mencionar el aumento del 30% de la gasolina y gravámenes adicionalespara las bebidas alcohólicas y los cigarrillos.

Acerca de la autorización para las importaciones, se fijó que el tope será las que correspondan a las necesidades de insumos, de acuerdo con las cifras que surjan del consumo verificado durante el primer trimestre del año.

Para facilitar este abastecirniento se resolvió una rebaja en la escala arancelaria de cinco puntos para aquellos artículos situados en posiciones que iban del 36% al 53%; de cuatro puntos para los que abandonaban del 31% al 53%; de tres puntos para los gravados del 26% al 30%; de dos puntos para los que pagaban del 21% al 25%, yde un punto para los que estaban entre el 11 % y el 20%.

No recibirán venta ds los que se situaban en la escala de 0 a 10. De esta manera se prevé una rebaja en los costos de producción, sobre todo en aquellos productos reexportables.

Una circular del banto central (de emisión) hizo notar, sin embargo, que todas aquellas exportaciones pactadas hasta la fecha serán liquidadas al dólar de 11.950 pesos que regía antes de la nueva devaluación del peso.

Por tanto, para los exportadores, se establecen las diferencias que surgen del mantenimiento de la paridad de 7.248 pesos para las v entas anteriores al 23 de diciembre de 1981, y de 11.950 para las previas al 5 de mayo de 1982.

Por tanto, se considera que se producirán importantes reclamaciones sectoriales, como ya ocurrió cuando se fijó la paridad en 7.243 pesos para las exportaciones anteriores al 23 de diciembre último.

De todas maneras, con el nuevo sistema de retenciones, el incremento del dólar para los exportadores agropecuarios pasará sólo de 10.300, 11.600 pesos, frente al incremento sustancial de los exportadores manufactureros que recibirán 16.000 pesos, en lugar de los anteriores 13.200.

Esas retenciones provocarán una importante recaudación fiscal que se suma a la de los impuestos que generen los incrementos sobre los cigarrillos, las bebidas alcohólicas y, muy particularmente, los tombustibles. Los hidrocarburos y derivados enfregan al fisco sobre sus precios de venta la mitad o algo más, según las casos.

Por otra parte, el incremento del precio de los combustibles, con algunas medidas auxiliares que se irán anunciando, tiene, como propósito disminuir el consumo para lograr saldos exportadores.

Para la mayoría de los analistas, lo que parece como poco compatible con la actual situación, es la rebaja de las garantias del banco central sobre los depósitos constituidos por cifras mayores de cien millones de pesos.

Se estima que lo agravará la de por sí difícil situación actual de una buena cantidad de financieras.