El arte de aprovechar el tiempo

"He procurado siempre evitar la politización de la historia, la manipulación personal de los datos históricos, que es un serio peligro del que todo investigador tiene siempre que huir", ha declarado a EL PAIS Antonio Domínguez Ortiz, a quien le fue concedido ayer, en Oviedo, el premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales, en su edición de 1982. El príncipe Felipe de Borbón envió un telegrama de felicitación al ganador, tras conocer el fallo del jurado."No se debe forzar jamás", añadió el profesor Domínguez Ortiz, "la opinión del lector, al que por supuesto hay que ofrecer los datos históricos que se poseen lo mejor ordenados posible, pero nunca manipulados".

Nacido en Sevilla en 1909, a sus 72 años el profesor Domínguez Ortiz considera que con el premio Príncipe de Asturias ha alcanzado el summum de sus aspiraciones. "La noticia me la comunicó el propio Hernández Gil", dijo el galardonado, "y aparte de causarme una gran sorpresa, porque yo no tema mi idea de que se barajase mi nombre, me ha producido enorme satisfadción personal, debido al prestigio que tiene el premio".

Licenciado en Filosofía y Letras y doctor en Historia por la Universidad de Madrid, Antonio Domínguez Ortiz es miembro de número de la Real Academia de la Historia y correspondiente de las de Bellas Artes de Sevilla y Córdoba, así como de la British Academy. Catedrático de Enseñanza Media durante la mayor parte de su vida, ha impartido cursos de historia en las universidades de Granada, Sevilla y Madrid, de la que posee el doctorado honoris causa, distinción que también le fue concedida por la de Barcelona.

En la actualidad, Domínguez Ortiz reparte su tiempo entre Granada, Sevilla y Madrid, ciudades en las que conserva sus vinculaciones familiares, afectivas y académicas respectivamente. «Desde mi jubilación, hace dos años, con los desplazamientos que hago entre estas tres ciudades y con los que realizo para: participar en congresos y simposios, se puede afirmar que mi vida es ahora bastante nómada", dijo el historiador.

"Sin embargo", añadió, "procuro no perder el ritmo de mis trabajos y sacar el máximo fruto a mi tiempo. Creo que una de las artes que necesita conocer todo hombre de ciencia, todo investigador, es la de aprovechar el tiempo".

Centrado en su trabajo en la investigación histórica, Domínguez Ortiz ha publicado hasta el momento veinte libros y alrededor de cuatrocientos artículos. Entre sus obras más importantes, destacan La sociedad española en el siglo XVII Sociedad y Estado en el siglo XVIII español e Historia de los moriscos. Por otra parte, ha colaborado en la redacción de la Historia de España, de Vicens Vives, editada por Alfaguara, así como en las más importantes revistas de historia en lengua castellana. En septiembre de 1980 presentó en Sevilla los dos primeros tomos de la serie Historia de Andalucía, su última obra, que está siendo elaborada bajo su dirección por un equipo de veintitrés especialistas.

"Creo que estoy realizando", terminó Domínguez Ortiz, "una labor de cierta utilidad, fundamentalmente para dar a conocer la historia de Andalucía, que tan necesitada estaba de ello, y también para que no se olvide la visión global de España como conjunto, como un todo, para evitar caer en distorsiones".