La CEE aplaza la nueva regulación de aceite de oliva, frutas y legumbres

Los ministros de Agricultura de los diez han pospuesto indefinidamente el debate interno sobre la nueva regulación de los mercados de aceite de oliva y de frutas y legumbres, que es imprescindible para poder negociar la adhesión de España. El acuerdo del Consejo de Ministros, conocido ayer oficiosamente, puede suponer un golpe de grandes consecuencias para el proceso de negociación iniciado por nuestro país hace más de tres años.Los ministros, reunidos en Luxemburgo, tratan del aumento de los precios agrícolas, la batalla más importante que se desarrolla anualmente entre los diez. Junto con los precios, el Consejo tenía que pronunciarse sobre las propuestas de la Comisión Europea en tres sectores conflictivos: vino, materias grasas y frutas y legumbres.

En el tira y afloja a que obliga el debate de los precios, Italia y Grecia parecen haber aceptado el olvido del documento sobre aceite de oliva y, sobre frutas, mientras que el relativo al vino ha recibido luz verde. La nueva reglamentación del mercado v1nícola ha sido exigida por Francia, que padece periódicamente la invasión de vinos italianos a mejor precio que sus producciones nacionales.

El olvido de la reglamentación sobre aceite de oliva implica claramente que el capítulo agrícola de la adhesión de España continuará bloqueado indefinidamente.

Según los expertos de la Comisión Europea, si la integración española se realizara con las actuales normas, el presupuesto de la Comunidad Económica Europea (CEE) se vería gravado con más de seiscientos millones de unidades de cuenta (unos seiscientos millones de dólares), lo que es, "desde su punto de vista, absolutamente impensable.

Un retraso para España

La reacción de medios oficiosos próximos a la Comisión Europea ha sido de indignación y, de preocupación. La Comisión ha defendido siempre que era posible negociar el capítulo agrícola con España, en cuanto se fijara una posición comunitaria respecto a los dos puntos mencionados.

Un retraso indefinido en el debate interno de los diez supone implícitamente un retraso indefinido de las aspiraciones españolas.

La misión española ante la CEE presentó en la penúltima sesión de negociación un amplio documento en el que se fija la posición española en lo relativo a los problemas agrícolas.

El documento debería ser contestado por los diez en un plazo razonable y en parecidos términos de profundidad. Hasta ahora, la Comunidad se ha limitado a presentar documentos agrícolas que no incluían ninguna base de negociación, sino una simple relación de problemas y normas comunitarias.

La decisión del Consejo de Ministros de Agricultura de la CEE aleja cualquier posible negociación agrícola y confirma la opinión de quienes han mantenido que la adhesión española en 1984, tal y como pretenden las autoridades españolas, prácticamente es imposible.