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La cinematografía alemana se siente amenazada

La cinematografía alemana actual, una de las más imaginativas y originales gracias a nombres como Schlöndorf, Fassbinder o Herzog, esta seriamente amenaza a por una decisión de las autoridades comunitarias de Bruselas. Tal es, al menos, el sentido del llamamiento de las asociaciones de productores alemanes a los partidos políticos y al Gobierno federal, en concreto, bajo el alarmante título de Salvad el cine alemán.La amenaza que ven estos productores es lo que en círculos comunitarios de Bruselas se califica más o menos eufemísticamente de armonización de las subvenciones otorgadas a las cinematografías nacionales. A mediados de agosto, la comisión de Bruselas hizo un último llamamiento al Gobierno de Bonn para que cambiase su legislación sobre subvenciones, considerada como discriminatoria.

El blanco de los funcionarios de Bruselas es una ley alemana, según la cual un determinado porcentaje de los productores de películas subvencionadas deben ser alemanes o pertenecer al área cultural germana. Este tipo de medidas proteccionistas, contra las que trata de luchar ahora Bruselas de acuerdo con lo previsto en el propio tratado fundacional de Roma, existe en otros países.

La comisión considera discriminatorias las subvenciones a los productores según su nacionalidad, y exige igualdad de trato para todos dentro del área comunitaria, del mismo modo que existe libre circulación de mano de obra y mercancías.

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