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Crece la tensión tras la ocupación de las Malvinas

El Reino Unido embarga todas las Importaciones de productos argentinos

Andrés Ortega

"¿Dimitir? No. Ahora es tiempo de fuerza y de resolución", declaró ayer Margaret Thatcher, primera ministra británica, en la Cámara de los Comunes, al tiempo que anunció un embargo total sobre las importaciones de productos argentinos a partir de medianoche. La guerra de nervios prosigue, y ésta es una guerra que la primera ministra está llevando contra la Junta Militar argentina y contra la oposición laborista, que ayer preguntó si, como afirmaban algunos diarios, el Gobierno sabía ocho días antes de] 2 de abril que Argentina iba a invadir las islas Malvinas.The Time y The Daily Telegraph indicaban ayer, en crónicas desde Buenos Aires, que fuentes de los servicios de inteligencia británicos habían estudiado las opciones navales de Argentina, apuntando a una invasión. Esta información debió llegar a Londres el 27 de marzo. Junto a otros avisos del embajador británico en Buenos Aires, según estos diarios, el lunes 29 de marzo un satélite norteamericano identificó un destacamento naval que se dirigía a las Malvinas.

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El Foreign Office calificó ayer de especulativas estas informaciones. La primera ministra señaló que eran algo confusas, y rechazó la idea de que su flota hubiera llegado a tiempo aunque hubiese zarpado el 19 de marzo, cuando se produjo el incidente en Georgia del Sur. Margaret Thatcher afirmó que no supo de la naturaleza de la amenaza argentina contra las Malvinas hasta la noche del 31 de marzo.

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Editorial en la página 8

El Reino Unido quiere que los ingleses abandonen Argentina

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La víspera, lord Carrington aseguró que Argentina debió decidir la invasión el 29 de marzo. The Times apuntaba, asimismo, que el submarino Superb podría haber llegado antes que la flota argentina.

El Gobierno de Londres ha recomendado ya a los 17.000 ciudadanos británicos que habitan en Argentina que abandonen el pais suramericano si su situación se lo permite.

A pesar de que lord Carrington tuviera un ojo sobre la pelota, el Foreign Office juzgó mal las intenciones argentinas, y de ahí la dimisión de su plana mayor. Como es la regla en su política hacia Suramérica, el Foreign Office contaba quizá en la mediación a tiempo de la Administración de Estados Unidos.

La mediación de Reagan

El presidente Ronald Reagan, según informaciones provenientes de Washington, está intentando mediar entre su mejor aliado en Suramérica y su mejor aliado en Europa. La diplomacia británica se mueve desesperadamente para lograr una solución negociada.

En Bruselas, la Comisión de la Comunidad Económica Europea (CEE) ha condenado la invasión argentina, contra la que el Reino Unido ha pedido sanciones económicas. Austria y Holanda han suspendido sus ventas de armas a Buenos Aires, y el ex primer ministro Edward Heath ha pedido a China que condene el acto argentino.

El embargo británico afectará a un volumen comercial de 20.000 millones de pesetas.

Zarpan más unidades de la Flota

Siguen requisándose barcos de la marina mercante, entre ellos varios petroleros de la compañía British Petroleum (BP), mientras buques de guerra continúan zarpando del Reino Unido. Las emotivas escenas de días anteriores se repitieron ayer en Portsmouth, cuando zarpó el buque de asalto Fearless. La televisión independiente británica se regodeó en los llantos de una joven, consolada por algunas de sus amigas, que ayer se tenía que haber casado con su novio, embarcado en el Fearless.

Desde la isla de Madeira, las autoridades portuguesas han visto pasar desde el domingo numerosos aviones británicos de transporte Hércules C-130. El Ministerio de Defensa no hace comentarios, pero fuentes oficiosas señalan ahora que el destacamento naval tardará tres semanas en llegar a las islas Malvinas.

En Londres, donde el Gobierno ha tenido que requisar los pocos mapas de las Malvinas que había en algunas tiendas, ha despertado curiosidad la posibilidad de que la flota británica mine los puertos de Buenos Aires y de Bahía Blanca.

El asalto a las islas se ve más difícil, pues, según fuentes británicas, de aquí al 28 de abril -fecha más probable para un primer encuentro naval- los argentinos instalarán unos 8.000 soldados en las islas.

Recuperar Georgia

Londres baraja también la posibilidad de recuperar Georgia del Sur, reafirmando allí su soberanía, para luego atraer la Marina argentina al mar abierto, donde la flota británica gozaría de marcada superioridad.

El futuro de Margaret Thatcher está sobre el tapete, y sólo una victoria militar o una solución diplomática la salvaría. El líder liberal, David Steel, ha avisado a su partido que se prepare para unas próximas elecciones generales.

Los laboristas son más precavidos, y aunque algunos de ellos piden la dimisión de Margaret Thatcher, su líder, Michael Foot, no está dispuesto a plantear un voto de censura en el tenso debate sobre la crisis de las Malvinas que hoy se desarrollará en la Cámara de los Comunes.

Culpan al Gobierno

Una encuesta en el diario Daily Mail mostraba ayer que un 69% de la población considera muy importante recuperar la isla, y un 80% culpa, en menor o mayor grado, al Gobierno de Margaret Thatcher de lo ocurrido.

La crisis de las islas Malvinas sigue haciendo mella en el centro financiero de la City. El precio del oro continúa subiendo, mientras bajan la libra esterlina y los valores en Bolsa, donde en los últimos dos días se han perdido

Por otra parte, la Football Association ha calificado de "falsas e irresponsables" las informaciones según las cuales los equipos británicos se retirarían de la Copa Mundial si llegaran a tener que enfrentarse en las semifinales con Argentina.

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