Egipto quiere salvar de la ruina 50.000 obras faraónicas e islámicas
Las instituciones egipcias que velan por su legado histórico-artístico han dirigido un nuevo y angustioso llamamiento en un intento de preservar 50.000 obras faraónicas e islámicas, amenazadas de extinción. En las últimas semanas, el director general de la Unesco, Majtar M'Bow, quien ha efectuado recientes visitas a Egipto, ha hecho una petición internacional de socorro a fin de conseguir no menos de cien millones de dólares (10.000 millones de pesetas) para la construcción de dos gigantescos museos en El Cairo, uno faraónico y otro islámico, como solución para la protección del arte egipcio.En definitiva, la esfinge de Giza, la gran pirámide, la ciudadela de El Cairo, las tumbas de Sakara y estatuas en Menfis, sin llegar ya al deterioro creciente del templo de Nubia, amenazan con la ruina total si antes de cincuenta años el mundo no ha hecho nada para atender la enfermedad de la piedra.
"No sólo se trata de salvar un patrimonio de Egipto, sino un patrimonio de la humanidad", dijo Majtar M'Bow durante su última estancia en Egipto. Añadió que desde que se salvaron los templos de Abu Simbel, a raíz de construirse la presa de Asuan, con la aportación internacional, nada se ha hecho por preservar los monumentos egipcios.
El Gobierno de El Cairo es consciente de la necesidad de preservar su arte, teniendo en cuenta la cada vez mayor afluencia de turistas a este país (1.300.000 en 1981). Las autoridades egipcias han conseguido un primer préstamo del Banco Mundial (3.200 millones de pesetas), destinado a construir un nuevo Museo de El Cairo, en el centro de la ciudad, junto al Nilo. Sustituirá al actual, que data de cien años, y que más se asemeja a un desorganizado y enorme hangar que a un museo que guarda algunas de la más Importantes maravillas de la historia.
Como afirman arqueólogos internacionales, "lo que miles de años no han conseguido lo están consiguiendo en un siglo escaso la contaminación atmosférica, la vida moderna y el mal trato que se da a los restos arqueológicos".
Prueba de ello es no sólo el Museo de El Cairo, situado en la plaza de Tajrir, uno de los lugares de mayor concentración humana y automovilística, sino multitud de obras arqueológicas tanto faraónicas como islámicas.
Babelia
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