Extracciones masivas de arena en las dunas cántabras de Somo y Loredo
Dos kilómetros de dunas, situadas en las playas de Somo y Loredo, en uno de los paisajes más bellos de Cantabria, y en las que se mantiene un ecosistema de peculiares características, podrían desaparecer en un futuro inmediato de continuar al ritmo actual las extracciones masivas de arena.En relación con estas sacas, un grupo de vecinos de Somo ha denunciado ante el Gobierno Civil el posible fraude cometido por la empresa explotadora de la concesión en el pago de las cantidades de arena extraídas, y que podría ascender a dieciséis millones de pesetas.
La saca masiva de arena de las dunas de Somo y Loredo se inició el 5 de junio de 1979, al ser otorgada por lajunta vecinal de la primera de estas localidades la concesión para la extracción a la empresa Martín Bedía por un período de cuatro años, a pesar de que el concejo municipal había acordado que aquélla tendría una duración de tres meses, prorrogables sucesivamente.
A partir de esa fecha, y al no existir una delimitación clara de las zonas en las que se autorizaba la extracción, la actividad de la empresa concesionaria ha producido daños irreparables en las centenarias dunas y en un bosque cercano, que ha sido seccionado parcialmente.
La acción de las excavadoras llegó también a las proximidades del colegio nacional de Loredo, con el consiguiente peligro de derrumbamiento del edificio. Esta situación y el grave riesgo que entraña ba para los alumnos dio lugar, primero, a una denuncia y, posteriormente, a una concentración de escolares y profesores que paralizó durante algunos días las sacas de arena en las proximidades del centro.
El movimiento de protesta, que contó con el apoyo de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) y grupos ecologistas, no fue unánimemente considerada por los principales afectados: los vecinos de Somo.
Para un cierto sector de éstos, entre los que se cuenta la mayoría de los miembros de la junta vecinal, los beneficios obtenidos por la extracción de arena permitirán la paralización de obras de urbanización en la citada localidad y no entran, por el contrario, a considerar los aspectos ecológicos del problema.
En opinión de otros, entre los que se encuentran los cuarenta firmantes de la denuncia, "el pan de hoy es elhambre de mañana", entendiendo que los daños producidos en las dunas no sólo suponen la pérdida de un ecosistema importante, un paisaje excepcional y el pulmón anticontamín ante de la ciudad de Santander, sino también un fraude económico a la colectividad.
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