El Congreso rechaza que los parlamentarios declaren su patrimonio en un registro público

Una enmienda presentada ayer al proyecto de ley de Incompatibilidades por el diputado de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés, y que fue apoyada por socialistas y comunistas, para solicitar que los parlamentarios declaren en un registro público todos sus bienes, e incluso la fuente de financiación de los partidos políticos, dio lugar en el pleno del Congreso a un debate de fondo sobre la ética de los parlamentarios. La enmienda fue finalmente rechazada.

El diputado comunista Fernando Pérez Royo llegó a denunciar la situación de "determinados diputados de los que no me atrevo a dar nombres, que siempre presentan enmiendas muy sospechosas a las leyes, principalmente a las de contenido económico, en las que se ve claramente que están pensando en los clientes de sus bufetes o en las empresas privadas a las que pertenecen".La mencionada enmienda de Bandrés establecía que debía de crearse en las Cortes un registro de carácter público en el que cada parlamentario hiciera constar los siguientes extremos: la actividad profesional que le devengue ingresos al margen de su cargo parlamentario; la relación de clientes que pudieran tener relación con el trabajo que el parlamentario realiza en las Cortes; los cargos directivos remunerados en empresas que quedan en suspenso durante el período del mandato electoral, las donaciones y ayudas monetarias que haya recibido durante su campaña electoral el propio parlamentario o el partido al que pertenece; los ingresos provenientes de personas u organismos extranjeros, las empresas en las que el parlamentario, su cónyuge o hijos mayores de edad detenten más del 5% de la mitad del capital y, finalmente, el origen de las rentas anuales que percibiera, en el caso de que estas fueran superiores a la retribución como parlamentario.

Otra enmienda presentada por los comunistas, en este mismo sentido, sólo se diferenciaba de la de Bandrés en que no se exigía declarar los fondos que perciben los partidos políticos para financiarse.

En la defensa de su enmienda, Juan María Bandrés dijo que los parlamentarios debían de seguir al pie de la letra la máxima de la mujer del César: "no solo hay que ser honrados", dijo, "y conste que no dudo de la honradez de sus señorías, sino que además hay que parecerlo".

El diputado comunista Fernando Pérez Royo, por su parte, dijo que esta enmienda había sido redactada tras contemplar "el magnífico ejemplo que, en este sentido, dan los parlarmentarios británicos".

Finalizado este debate, el citado diputado comunista manifestó a este periódico que no hay que ir muy lejos para encontrar pruebas de lo que había dicho en el pleno: "No hay más que coger", dijo, "el proyecto de ley sobre el Impuesto del Valor Añadido (IVA), y se ve que hay más de 250 enmiendas presentadas, de las que 153 están firmadas, a título individual, con el nombre y apellido de determinados diputados de UCD y Coalición Democrática (CD).

No faltó tampoco el diputado centrista que, entre pasillos, señaló asimismo que alguna vez se había dado este mismo caso con algún parlamentario socialista que defendía sus propios intereses particulares, especialmente en el terreno de la enseñanza.

El representante centrista, Antonio Vázquez, dijo que la enmienda de la izquierda no procedía porque los parlamentarios ya realizan acta notarial de sus bienes e ingresos antes del comienzo de cada legislatura. Consideró interesante la petición de Juan María Bandrés para que se aclare la financiación de los partidos, pero estimó que esta ley no es el lugar apropiado para ello.