_
_
_
_
_

La fecunda relación de Picasso con Barcelona, en una antológica que se abre hoy en Madrid

El apabullante número de exposiciones dedicadas en el último año en España a la obra de Pablo Picasso ha saturado un poco al público español, pero ha permitido poner al alcance del público español la verdadera significación del artista, dijo ayer Javier Tusell, director general de Bellas Artes, comentando la nueva exposición antológica del creador malagueño, que se inaugura esta tarde en la Biblioteca Nacional (Paseo de Recoletos, 20, Madrid) con el título Picasso y Barcelona. La muestra está concebida como un recorrido científico y de investigación por la obra picassiana.

Esta muestra, organizada por la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona, fue inaugurada el pasado mes de octubre en el salón Tinell del Ayuntamiento de aquella ciudad, donde permaneció abierta durante casi tres meses, situada, como dicen los críticos, en el más español de sus contextos.La presencia de Picasso, como persona y como artista, en la ciudad y en el ambiente que probablemente más influyó en su trayectoria creadora, es uno de los temas más destacables que se han podido recoger en esta exposición que se une a los actos conmemorativos del centenario del nacimiento de Pablo Picasso.

Después de la conmemoración en Málaga, la ciudad natal del artista, la muestra itinerante de obra gráfica, la llegada del Guernica y la gran exposición antológica, la muestra Picasso y Barcelona se constituye en uno de los últimos eslabones de este centenario que será cerrado con una exhibición, al final de este año en el Museo Español de Arte Contemporáneo, de la colección personalde Marina Picasso, una de las más importantes nacidas de la herencia del pintor.

Picasso y Barcelona está dividida en doce áreas y presenta originales de la obra de Picasso pero también de otros artistas contemporáneos que dejaron constancia del ambiente en el que vivió Picasso. La ciudad y la familia; la escuela y los ambientes académicos; Barcelona se divierte; la marginación social; la lengua y la cultura catalanas; el mundo artístico no convencional; Picasso y sus primeros amigos catalanes; los azules de Barcelona y los rosas de Gósol; etapas catalanas del cubismo; editores y escritoires; familiares, amigos y exposiciones y coleccionismo y museos son los temas que quedan reflejados en la muestra.

A partir de 1897, un año después de la llegada de la familia Picasso a Barcelona, se abrió el célebre cenáculo-bar-cabaré Els Quatre Gats, que sería la base de operaciones de la juventud de Picasso y de otros artistas importantes de aquellos tiempos. Aquella Barcelona, sin embargo, estaba dominada por la generación, en la encrucijada de siglos de los grandes modernistas como Casas, Rusiñol y Gaudí. Pero ya comenzaban a darse a conocer los hombres del postmodernismo, la generación de Colla del Safrá, del grupo El rovell del'ou, la generación de Nonell, Pichot, Gargallo y otros.

Las obras expuestas, tanto las firmadas por Picasso como las demás, proceden de los museos Picasso y Arte Moderno de Barcelona y de colecciones particulares catalanas. Estas obras no sólo abarcan el tiempo de la estancia del pintor en Barcelona (1896-1904) sino que también se refieren a tiempos cercanos, por eso la exposición incluye obras de pintores catalanes, a caballo entre los dos siglos, como Isidro Nonell, Ramón Casas y Rusiñol.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_