Juan Marsé: "Nadie se pondrá de acuerdo nunca sobre cómo hacer una novela"

Juan Marsé, novelista, nacido en Barcelona hace 49 años, acaba de publicar su última novela, Un día volveré, que será presentada por Manuel Vázquez Montalbán, en Barcelona, el próximo día 11 de marzo, y por Rosa Pereda, en Madrid, el día 16. Marsé es autor, entre otras, de Últimas tardes con Teresa, Premio Biblioteca Breve; Si te dicen que caí, Premio Internacional de Novela México, y La muchacha de las bragas de oro, Premio Planeta.

Un día volveré relata la historia de un viejo guerrillero libertario, ex boxeador y ex atracador de banco., que un día sale de la cárcel para volver a su antiguo barrio, donde es esperado para que vengue todas las ofensas reales o imaginarias de la vecindad. En esta entrevista Juan Marsé declara su convencimiento de que nunca nadie estará de acuerdo en definir lo que es una novela.Pregunta: Esta novela parece en algún sentido contada como Si te dicen que caí.

Respuesta: Las dos tienen bastante que ver desde el punto de vista temático y del personaje central, pero son muy distintas estructural y formalmente. Si te dicen que caí era una novela muy compleja; ésta es totalmente lineal. Entonces me interesó explicar que la vida no era tan bonita como nos decían. No, aquellos años fueron tristes y se pasaba hambre. En ésta hablo del paso de la niñez a la adolescencia, esa época entre los quince y los dieciséis años, en la que uno ha dejado el colegio y empezado a trabajar, que es demasiado mayor para jugar a aventis, pero demasiado pequeño para irse a bailar al Cibeles, son experiencias mías. Es esa edad llena de expectativas respecto a lo que pasará en la vida. Y todo eso lo cuento para que se entienda mejor la historia de Julivert el ex pistolero.

P. Historia que es el tema cen tral de la novela.

R. En efecto. Hay una historia central, la vuelta del pistolero, y bastantes subtemas, como la fascinación juvenil por la violencia, la alienación intencionada respecto a una ideología concreta, la búsqueda del padre por parte de Néstor: es la crónica de una pequeña comunidad formada por los personajes del barrio, en un momento y país determinados.

La frustración del "Pijoaparte"

P. En realidad, parece haber en la novela dos historias superpuestas pero idénticas: el deseo del pistolero por cambiar de vida y la esperanza de Néstor, su sobrino, de que su llegada producirá un cambio idéntico. Deseos y esperanzas que al final necesariamente se truncan.R. Ese es el planteamiento que se hace no sólo en esta novela, sino en toda la novela desde siempre. Es el conflicto entre apariencia y realidad, entre lo que uno quisiera ser y lo que se ve obligado a ser. La novela empieza a tener interés en cuanto hay ese conflicto. Un matrimonio es tema de novela cuando se mete en la cama y no funciona, en caso contrario, sólo da para un relato erótico.

P. Se repite, pues, la frustración del Pijoaparte (personaje principal de Ultimas tardes con Teresa).

R. Con una diferencia: el Pijoaparte es un lumpen; los personajes de Un día volveré, por el contrario, pertenecen a la pequeña burguesía de Gracia, una pequeña burguesía degradada, ya que la madre se ha muerto, el padre fue fusilado y la viuda o no viuda ha tenido que prostituirse para sobrevivir.

P. En alguna ocasión ha hablado usted de la influencia que recibe de Clarín: su última obra empieza de una forma muy similar a la Regenta, incluso con una imagen idéntica. ¿Se trata de algo deliberado?

R. No, no. Aunque es cierto que la Regenta me la sé casi de memoria. A veces, las influencias trabajan a nivel de inconsciente, se presentan de forma subterránea y sibilina. Otras, hay una intención paródica evidente, pero no en este caso

P. ¿Qué otras influencias reconocería usted en su obra?

R. Muchas. Yo de muchacho lei mucha novela de aventura, y seguro que me ha influido, porque durante años, incluso ya de mayor, cuando estaba desvinculado del mundo literario, leía todo lo que caía en mis manos, algunas cosas de calidad muy dudosa, como Lajos Zilahy o Cecil Roberts. A veces topabas con algo bueno, por ejemplo Maugham, pero pocas. Y todo eso mezclado con el Coyote" luego ya empecé a leer la novela de Balzac, Dostoyevski y a los ingleses y españoles, pero esto me llegó bastante tarde.

P. ¿Conoció personalmente a Jan Julivert?

R. No, es un personaje que descubrí cuando trabajaba en Si te dicen que caí, luego añadí cosas que había oído contar. Mi padre me había hablado de un anarquista extraordinariamente pulcro. Casi todos lo eran, y eso es algo que me ha interesado resaltar: la idea del hombre procedente de la clase obrera, con una moral rectísima, que se manifiesta en su relación familiar o en sentarse a la mesa con las manos limpias.

P. Es usted uno de los pocos autores con éxito de crítica y de público, ¿cuál es el secreto?

R. No lo sé. En realidad yo no tengo en cuenta las teorías sobre la novela, por lo demás muy discutibles. En cómo se ha de hacer una novela nunca nadie se pondrá de acuerdo. Para mí, lo importante es una novela que tenga vida y que la transmita por encima de todo. De todas formas, convendría separar la figura del novelista de la del intelectual que especula sobre formas de vida. Yo estoy muy lejos de eso, lo que hago es explicar historias.