El festival de cine de Manila no consigue sus objetivos comerciales

El próximo viernes, día 29, finaliza el Festival Internacional de Cine de Manila sin que todavía se sepa con certeza si logrará convertirse en la llave del mercado asiático, como reza en su eslogan. Las impresiones de los profesionales del comercio cinematográfico es que hay muchos más vendedores que compradores y, por tanto, las operaciones del mercado son escasas.
En el ámbito de lo artístico las aportaciones de la selección de la sección a concurso son escasas, pues una buena parte de los filmes que en ella se exhiben ya han sido estrenados en Europa. En donde destaca este festival es en el aspecto festivo y social.
Nueva Zelanda presentó Smash palace, de Roger Donaldson, una interesante película de un país que produce un total de seis al año, pero que cuenta ya con estupendos actores y técnicos. Todo parece indicar que el mundo anglosajón está especialmente dotado para este arte. Rica y famosa, la última comedia de George Cukor, es, sin duda alguna, la mejor película de las hasta ahora exhibidas en el certamen. Jacquelíne Bisset y Candice Bergen interpretan el papel de dos novelistas -una, rigurosa y exigente; la otra, vana y prolífica autora de best-sellers- para, a través de su íntima amistad, reflexionar sobre la vida, el amor y todo eso.
Mamita querida, dirigida por Frank Perry e interpretada por Faye Dunaway, es exactamente lo contrario de Rica y famosa: una aburrida película basada en el libro que escribió Cristina Crawford sobre su famosa madre, Joan, y que sólo un país tan aficionado a los mitos como Estados Unidos puede promover. Ragtime, dirigida por Milos Forman, demuestra la evidente habilidad de su realizador por adaptarse a todo lo que le echen, y en esta ocasión le han echado, de la mano de De Laurentis, un afamado best-seller de Doctorow sobre los años treinta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La defensora del lector responde a las dudas y críticas más frecuentes de los lectores y oyentes de EL PAÍS en 2025
Navidad en el límite de la ‘zona de muerte’ de Ucrania
Maratón navideño de Rob Reiner como antídoto frente al autoritarismo de Trump
Regalos sin envoltorio: tres experiencias que dar (y vivir) en Madrid este invierno
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































