El régimen militar de Varsovia intenta resucitar los sentimientos antijudíos
La propaganda del régimen militar de Varsovia intenta resucitar el antisemitismo latente en el país, al tiempo que persigue a conocidas personalidades judías, informaron círculos disidentes polacos en Estocolmo.
"Los medios oficiales emplean una fraseología abiertamente antisemita", declaró Jacob Swiecicki, portavoz de Solidaridad para Escandinavia.Un comentario político de Radio Varsovia, transmitido el miércoles y captado por el servicio de escuchas de la radio sueca, aseguraba literalmente sobre el tema del antisemitismo que "Polonia pasa por una situación en la que las fuerzas masónicas y sionistas hacen todo lo que está a su alcance para impedir la normalización".
Pocos días antes, el órgano oficial del partido comunista polaco (POUP), Trybuna Ludu, recordaba insistentemente los orígenes judíos de Bronislaw Geremek, consejero del líder de Solidaridad, Lech Walesa.
Tras denunciar las vinculaciones revisionistas-sionistas de Geremek, le acusaba de haber dirigido clandestinamente el ala extremista del sindicato, cuando era justamente considerado por sus compañeros como uno de los hombres más moderados de la dirección sindical y en ningún momento manifestó su simpatía por el Estado de Israel.
Bronislaw Geremek se quedó huérfano durante la segunda guerra mundial y fue recogido por un campesino que le puso su apellido.
Los círculos disidentes denunciaron también la detención de Marek Edelmann, vicelíder de la insurrección del gueto judío de Varsovia contra la ocupación nazi y auténtico héroe de la resistencia polaca.
Oficiales del Ejército y de la milicia habrían, según las mismas fuentes, explicado públicamente a la población de pequeñas localidades "que la solución de la crisis sería más fácil si las cosas se resolviesen entre polacos y no hubiese judíos que lo complicasen todo".
"Chivos expiatorios"
"En su búsqueda de chivos expiatorios, los militares asimilan judíos a sionistas", afirma Adam Bromberger, polaco de origen judío exiliado en Suecia desde 1970. "Los judíos son doblemente culpables", añade; "primero, por ser militantes de Solidaridad, y segundo, por ser judíos".Varias organizaciones humanitarias europeas han denunciado, discreta o públicamente, estos últimos días la reaparición de brotes de antisemitismo en Polonia".
Oficialmente hay 5.000 judíos en Polonia, aunque sólo unos 2.000 son practicantes. Polonia fue, sin embargo, hasta 1939, el país con mayor números de judíos del mundo (3,5 millones, 12% de la población), y aun en 1945 subsistían unos 125.000.
Tras los pogroms de la región de Kielce, en 1946, 80.000 abandonaron el país y otros 20.000 salieron en 1957, al volver al poder Wladislaw Gomulka. La guerra árabe-israelí de los seis dias y la acusación formulada contra los judíos de constituir una quinta columna originó un nuevo éxodo -20.000 personas- en 1967-1968, convirtiendo a Polonia en el país con menos judíos de Europa.
Bromberger, cesado en 1967 de la dirección de la principal editorial del país, Publicaciones Científicas Polacas, opina que el "golpe militar nacionalista-estalinista" de Polonia tiene una trama civil integrada por la organización Grunwald -localidad donde, en 1410, los polacos derrotaron a los alemanes-, recientemente creada por el sector más chovinista del POUP. "El antisemitismo de este grupo", afirma Bromberger, "se mide por los escritos de su diario Rzeczywistosc (La Realidad), que denunciaban permanentemente el compló judío contra Polonia".
Rzeczywistosc, que fue autorizado por el Gobierno a tirar 100.000 ejemplares, llegó a sostener que "los judíos occidentales prestaron dinero a Edvard Gierek (ex secretario general del POUP) para esclavizarle".
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