El Senado rechaza las propuestas de veto a los Presupuestos

Viene de primera página

El ministro de Hacienda, Jaime García Añoveros, en su discurso de presentación del proyecto de ley de Presupuestos para 1982, hizo un breve balance del cumplimiento de los objetivos económicos comprometidos por el presidente Calvo Sotelo en su discurso de investidura del 19 de febrero último. El ministro afirmó que el Plan Energético Nacional se está cumpliendo, que el Gobierno ha puesto en marcha distintas acciones para disminuir los costes relativos del trabajo, y fundamentalmente el Acuerdo Nacional sobre Empleo, que se han conseguido resultados en la lucha contra la inflación y que los Presupuestos para el año próximo se ajustan a las grandes líneas citadas.

El ministro justificó la evolución del gasto del Estado en el comportamiento de los gastos de transferencia a otros sectores y, en especial, por las transferencias destinadas a empresas públicas y privadas, a la Seguridad Social y el desempleo, a pensiones e indemnizaciones por la guerra civil y a las corporaciones locales. «No han sido los gastos de personal ni, los de consumo público en general los que han condicionado la evolución del gasto público, sino las cuatro partidas citadas».

El ministro de Hacienda justificó el déficit presupuestario previsto para 1982, cifrado en 698.000 millones de pesetas (un 3,5 % del producto interior bruto previsto), en las demandas sociales que plantea la crisis económica. Llamó a la corresponsabilización de las cámaras con el Gobierno en el control del gasto público y encomió los aspectos presupuestarios relativos a regionalización y Fondo de Compensación Interterritorial.

A continuación intervino el senador José María García Royo, de UCD, que reivindicó para la Cámara alta el debate y aprobación de los gastos presupuestarios relativos a la misma. Pere Portabella, del Grupo Mixto, tomó la palabra a continuación para quejarse de la escasa relevancia del Senado en la tramitación presupuestaria y de la falta de visión económica a medio plazo del Gobierno.

Juan José Laborda, portavoz del PSOE, calificó de procedimiento viciado y vergonzoso el utilizado por el Gobierno y UCD para la no admisión a trámite de algunas de las enmiendas presentadas por su partido. Afirmó que «el progreso de la democracia pasa porque a veces nos tengamos que comer la cólera», con lo que de forma discreta alejaba cualquier temor a un abandono de la Cámara por parte de su grupo. Basándose en la afirmación de Calvo Sotelo durante los debates de este proyecto de ley en el Congreso, cuando dijo que la discusión presupuestaria era el acto litúrgico más importante de la política económica del Gobierno, Laborda ironizó sobre la importancia de los debates en el Senado cuando éstos vienen condicionados por el trámite de urgencia y se impide la discusión de enmiendas que ya fueron admitidas en el Congreso.

Acusaciones socialistas

El portavoz socialista acusó al ministro de Hacienda de haber impedido la tramitación de tales enmiendas, al haber enviado un escrito a la Cámara en el que indicaba que las citadas enmiendas podían suponer minoración de ingresos o aumento de gastos, criticó la política fiscal y económica del Gobierno e insistió sobre la importancia del fraude fiscal en estos momentos.

El ministro de Hacienda negó las acusaciones del portavoz socialista y argumentó la soberanía de la Cámara, como había ocurrido ya en el Congreso, para la aceptación o no a trámite de las enmiendas. García Añoveros dijo que, al igual que había ocurrido en la Cámara baja, él mismo y el Gobierno se habían limitado a responder a las consultas planteadas por las cámaras.

José Subirats, portavoz de los socialistas catalanes, se opuso al proyecto de ley por razones estrictamente fiscales. Afirmó que los presupuestos consagran una serie de medidas fiscales en favor de las clases más poderosas de la sociedad y, en detrimento de las asalariadas. Dijo, por ejemplo, que en las; desgravaciones por Inversión en el impuesto sobre la renta de las personas físicas, se favorece fuertemente a la adquisición de: valores mobiliarios, mientras que se produce un retroceso para los casos de adquisición de vivienda propia. Obviamente estos últimos afectan en mayor medida a las clases asalariadas.

Mitxel Unzueta, por los nacionalistas vascos, criticó la urgencia y escasa profundidad con que se abordan los debates presupuestarios en esta Cámara. «Mediante mecanismos legales o interpretaciones legítimas se ha sustraído al Senado el debate de numerosas enmiendas, cuya importancia radica en la importancia de las minorías, sean pequeñas o grandes, que las han presentado». Anunció que su grupo sólo defendería la sección 33 (Fondo de Compensación Interterritorial), y que pondría a votación el resto, sin ninguna ilusión y sólo para que conste a efectos de la historia. A continuación defendió una enmienda a la totalidad el senador del Grupo Mixto Vicente Bosque Hita.

Julio Nieves Borrego, en nombre de UC13, y el propio ministro de Hacienda replicaron a las acusaciones de los distintos grupos. Insistieron en que no había retrocesos en la reforma fiscal y en la idoneidad de las previsiones económicas. Tras la votación se suspendió la sesión hasta las diez de la mañana de hoy.