El módulo psicosocial de Rekaldeberri, en trance de desaparición
El módulo psicosocial del populoso barrio bilbaíno de Rekaldeberri (70.000 habitantes), sin duda el pionero y el más completo y avanzado en técnicas de cuantos centros de este tipo funcionan hoy en Euskadi y en el Estado español, corre el peligro de ver paralizadas sus actividades, cuando no de desaparecer, si no recibe una ayuda institucional por parte de las autoridades vascas.Un psiquiatra, una socióloga, una asistenta social y un abogado, en conexión con la asociación de familias del barrio de Rekaldeberri -de quien desde entonces dependen jurídicamente-, crearon en 1976 lo que sería el primer módulo psicosocial del País Vasco y del Estado español. El centro nacía como una exigencia casi imperativa de una comunidad constituida en más del 70% por inmigrantes; la inmensa mayoría, trabajadores sin cualificar, en Rekaldeberri, el barrio más poblado de Bilbao, todo un muestrario de arbitrariedades sociales urbanísticas.
En unos locales cedidos primero por una cooperativa del barrio y luego por el propio Ayuntamiento de Bilbao y una entidad de crédito vasca, el módulo empezó a funcionar contando con la dedicación no exclusiva de sus cuatro miembros y algunas ayudas económicas de distinta procedencia.
Su objetivo prioritario fue, desde el primer momento, cambiar el entorno que produce el problema al asistido y al mismo tiempo responsabilizar al individuo y al medio social donde se vive esa situación traumática para que sean protagonistas del cambio.
En un año de funcionamiento, el módulo atendía ya casos de alcoholismo y drogodependencia, delincuencia juvenil, problemas de la población infantil, psiquiatría general y psicoterapia de grupo, al tiempo que realizaba una completa información sexual y de contracepción y se constituía en asesoría jurídica del barrio.
La propia implantación en el barrio y la atención a pacientes que de manera creciente le han sido remitidos por los servicios psiquiátricos de la Diputación de Vizcaya, e inclusive por la Seguridad Social, han obligado en años sucesivos a ampliar la plantilla, que en la actualidad cuenta con dos ginecólogos, dos psiquiatras, dos sociólogas, dos asistentes sociales, dos monitores, un abogado y una administrativa. La edad media del equipo no supera los treinta años de media.
Pese a la intensa actividad desarrollada por el centro, reconocida en todas las instancias sanitarias del País Vasco, el módulo de Rekaldeberri tiene problemas de supervivencia. La falta de una ayuda institucional (llámese Diputación de Vizcaya o Gobierno vasco, que únicamente han contribuido en los dos últimos años con partidas presupuestarias de menor cuantía) obliga a sus responsablesa hacer equilibrios económicos, que no podrán, sin embargo, impedir que la plantilla se quede sin cobrar el mes de diciembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.