Washington estudia la ejecución de planes militares contra Cuba

Estados Unidos estudia la puesta en marcha de acciones militares contra Cuba, "por si su aplicación se considera conveniente", según aseguró ayer el subsecretario de Defensa, Fred Ilke.El alto funcionario norteamericano dijo ayer ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado que la primera consideración de su país, a la hora de plantearse una eventual acción militar contra el régimen de Fidel Castro, es establecer si la operación bélica "sería un éxito o un fracaso". Fred llke hizo estas declaraciones, que luego trató de suavizar, en respuesta a una pregunta de un miembro del comité senatorial. Jesse Helms, conocido por sus posiciones conservadoras, preguntó al su secretario de Defensa: "¿por qué el Departamento de Defensa se muestra tan indeciso a la hora de hablar sobre una acción militar contra Fidel Castro?".

Ilke respondió que "el Departamento de Defensa no se muestra indeciso ante ninguna acción militar o de cualquier contingencia razonable que pueda ser necesaria".

Entre los "planes contingentes" preparados por Estados Unidos para "responder de manera adecuada la nueva amenaza de agresiones" figura el aumento de la ayuda militar a El Salvador mediante el adiestramiento fuera del país de 600 futuros oficiales del Ejército y de un batallón de infantería ligera de 1.000 soldados. Este adiestramiento debería comenzar los más rápidamente posible, señaló Ilke" advirtiendo que se solicitará al Senado la concesión de créditos suplementarios, ya que la ayuda militar norteamericana a El Salvador, que asciende a 35 millones de dólares durante este año (unos 3.500 millones de pesetas) debía en principio, ser reducida en 10 millones de dólares en 1982.

Las necesidades del Ejército salvadoreño fueron establecidas por un equipo de expertos norte americanos durante un viaje que realizaron a este país en septiembre último, señaló Ilke.

La seguridad colectiva

Refiriéndose a la conferencia de los ejércitos lationamericanos y a la Asamblea general de la Organi zación de Estados Americanos (OEA), llke señaló que "si el con senso que se ha producido en ellos revela la toma de conciencia en el Continente, puede desarrollarse ya un esfuerzo para coseguir la seguridad colectiva entre los países latinoamericanos". El alto funcionario justificó las medidas adoptadas afirmando que setenta nicaragüenses se entrenan en la utilización de aviones de combate en Bulgaria y que, si México quisiera disponer de un ejército proporcionalmente equivalente al de Managua, necesitaría tener siete millones de hombres en filas, en lugar de los 130.000 con que cuenta actualmente.

Posteriormente, Ilke dijo que, no obstante, el Pentágono desea ser "cauto" y estar "seguro" de que cualquier acción militar sea "un éxito"; y, evocando la guerra de Vietnam, agregó que "nadie quiere meterse en un conflicto para perderlo, sino para ganarlo". También Thomas Enders, secretario de Estado adjunto para Asuntos Latinoamericanos, confirmó que la Administración ha establecido "eventuales planes militares" para algunos países del Caribe.

Enders se refirió a Cuba y Nicaragua, pero precisó que los planes, previstos únicamente para casos de emergencia, "no han sido aprobados como parte formal de la política de Estados Unidos".