El PSOE presentará una nueva tabla para reducir la fiscalidad de las rentas bajas y medias

El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), principal fuente de recaudación de la Hacienda española, va a polarizar -junto con el Acuerdo Nacional sobre Empleo- los debates sobre los Presupuestos de¡ Estado para 1982, que tendrán lugar esta semana en el Pleno del Congreso. El PSOE, que ha tildado de regresivas las modificaciones fiscales introducidas en los mismos y se opuso, en comisión, a las nuevas tarifas propuestas por UCD, ha elaborado una nueva tabla de IRPF ("desde criterios de progresividad y equivalencia financiera", según el diputado Enrique Barón) que presentará como enmienda transaccional al Pleno.

Frente a la enmienda de UCD, que incrementaba los tipos (porcentajes que se aplican sobre los distintos tramos de renta) en un 5,20% e introducía una deducción del 1 % sobre los rendimientos netos de trabajo (cantidad sujeta a tributación una vez deducidas las cuotas de la Seguridad Social de los ingresos), los socialistas han propuesto una nueva tabla de IRPF que fija un mayor gravámen sobre las rentas más altas y aligera la carga sobre las rentas pequeñas y medias. Ambos partidos, UCD y PSOE, incrementan las deducciones familiares (matrimonio, hijos, etcétera) en unas dos mil pesetas sobre los valores vigentes, y modifican el tope de tributación renta-patrimonio (porcentaje máximo a pagar por rentas de trabajo y patrimonio) del 40%, al 42%..Los socialistas rechazan la deducción de un 1% sobre los rendimientos netos del trabajo propuesta por UCD. Consideranq ue introduce una discriminación hacia las citadas rentas en cuanto al origen de las mismas y supone una profunda modificación del IRPF concebido en la reforma fiscal.

Por su parte, modifican dos aspectos de¡ IRPF, no contemplados por la propuesta ucedista, relativos al tope de tributación por rendimientos del trabajo que lo incrementan al 80% de los ingresos, y aumentan la deducción general por este ini Por su parte, modifican dos aspectos del IRPF, no contemplados por la propuesta ucedista, relativos al tope de tributación por rendimientos del trabajo que lo increnicritan al 80%, de los ingresos, y aumentan la deducción general por este inipuesto de 15.000 a 17.000 pesetas. Ambas tarifas, las propuestas por centristas y socialistas, tienen un punto de encuentro e inflexión que se sitúa en torno a los 2,2 millones de ingresos en cuanto a la cantidad final a pagar a Hacienda (es decir, contando deducciones) y en los 4,2 millones en relación con los tipos.

Este hecho queda patente en los supuestos que se muestran en los cuadros adjuntos.

A partir de estos puntos, la propuesta socialista aumenta la fiscalidad -en comparación con la centrista- de forma sustancial.