José María Val: "Quiero ser un narrador de estilo dentro del género de espionaje"
Llegará tarde a Hendaya es la primera novela de José María del Val, nombre literario que ha adoptado José María Martínez Val, con la que ha conseguido ser finalista del Premio Planeta de este año. El autor dejó otra novela a medio escribir, «para presentarse a un premio que indiscutiblemente te puede promocionar», y ahora, una vez conseguida esa promoción, José María Val, nacido en Ciudad Real hace treinta años, ingeniero nuclear con el número uno de su promoción, ex miembro de la Junta de Energía Nuclear y profesor numerario de la Universidad Politécnica de Madrid, dice que va a seguir escribiendo, que quiere ser un escritor de estilo dentro de la novela de espionaje.Pregunta. ¿Por qué se presentó usted al Planeta?
Respuesta. Antes de empezar esta novela tenía otra totalmente estructurada y me faltaba muy poco para acabarla, pero en Navidad me enteré de que el plazo para el Planeta acababa el 30 de junio, y como por temática la que había empezado no tenía ninguna posibilidad de ganar este premio -que, por otro lado, es el único que me atrae-, la dejé congelada y empecé esta otra, en la que ya había estado documentándome durante dos años. Por otro lado, Planeta exige unas características de tema, trama y estilo que pensé que la entrevista en Hendaya podía tener muchas posibilidades.
P. ¿Es consciente de que muchas veces los finalistas de este premio han tenido más fama y difusión de su obra que el propio ganador?
R. Sí, desde luego. La novela Edad prohibida, de Torcuato Luca de Tena: quedó finalista y habría que hacer memoria para recordar a la ganadora de aquel mismo año. Además, el no haber ganado los ocho millones del premio tampoco me preocupa, porque no es que la editorial le dé gratuitamente ese dinero al ganador, sino que se los descuentan de los derechos de autor, es decir, que a mí, que me han dado dos millones de pesetas, empezaré a ganar más dinero con la obra una vez que se hayan vendido 55.000 ejemplares. Pero indiscutiblemente el señor Lara te catapulta con su premio, y esto fue lo que más me atrajo; de todas formas, yo escribo por afición, nunca he pensado dedicarme exclusivamente a la literatura porque llevo dentro el gusanillo de la investigación,
P. ¿Ha investigado mucho para escribir una novela sobre un supuesto basado en un hecho histórico tan conocido como es la entrevista entre Hitler y Franco en Hendaya?
R. Más que investigar he tenido que adaptarme a las psicologías de los personajes, porque aquí, al contrario que en otras novelas, los personajes están completamente definidos. Yo no podía cambiar al jefe de los servicios especiales, ni a Hitler, ni a Franco. Antes de escribirla me había hecho una idea de lo que iba a ser Llegará tarde a Hendaya, pero a medida que la iba escribiendo cambió, porque tuve que ajustarme a la personalidad de los protagonistas. De hecho, a raíz de leer la biografía de Churchill y algunos libros más que se interpusieron en mis criterios, tuve que replantearme de nuevo la obra para ajustarme a ellos. De todas formas, en mi novela hay mucho de ficción, toda la trama de por qué llega tarde Franco a Hendaya me la he inventado.
P. ¿Es más difícil compaginar inventiva con realidad que escribir ficción pura?
R. Cuesta más trabajo que la ficción pura. A veces es hasta doloroso. Cuando lo que escribes es producto de la imaginación, basta con tener un buen entramado de hechos y un final un tanto sorprendente; en cambio, aquí todo lo que hay de situaciones reales eran tan conocidas que ni mucho menos se podían superar. De todas formas, en la novela hay muchas imprecisiones puestas a propósito, porque si no no salía adelante el proyecto.
Babelia
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