El paisaje de Cantabria, motivo de una antológica de la Fundación Santillana

La Fundación Santillana, de Santillana del Mar, ha organizado una serie de actividades centradas en el arte y la cultura de Cantabria, dentro de un programa que tiene en los meses de verano su culminación nacional e internacional. Clausurada la exposición del pintor Enrique Gran, que abrió el curso en octubre, la fundación presenta ahora una muestra sobre El paisaje de Cantabria en sus pintores.

A la actual exposición seguirán, en diciembre, una del escritor Mauro Muriedas sobre La etnografía de Cantabria y otra sobre El arte de la cerámica; en enero, los montajes sobre Historia de Cantabria en sus documentos y Linajes de Cantabria, ambas exposiciones en colaboración con el Centro de Estudios Montañeses, de la Diputación de Santander, y seminarios sobre Historia de la educación en Cantabria y el físico Julio Palacios, en los que colaboran el ICE y la facultad de Ciencias de la Universidad santanderina.Para los meses de julio y agosto, la Fundación Santillana tiene previsto presentar en su amplia sede social de la Torre de Don Borja, en la plaza mayor de la villa del marqués de las Serranillas, exposiciones sobre los Baroja (Pío, Ricardo y Julio Caro), con motivo del 25º aniversario de la muerte del novelista, sobre la Casa de Alba y Menéndez Pelayo, y otra sobre Galdós y sus años santanderinos, en los que, además de mantener una estrecha amistad con los tradicionalistas Pereda y Menéndez Pelayo, el escritor canario produjo, en su finca de San Quintín, algunas de sus mejores obras.

Agustín Riancho, Casimiro Sainz y, en menor medida, Manuel Salces son los artistas más destacados de la exposición El paisaje de Cantabria en sus pintores, que la Fundación Santillana ha complementado con la presentación de libros abiertos por las páginas en las que autores como Galdós, Ortega, Azorín, Unamuno, Cela, Ridruejo o los cántabros Pereda, Amós Escalante, Concha Espina, Víctor de la Serna, Manuel Llano o Jesús Cancio cantan el paisaje que el visitante puede ver reflejado en los lienzos.

Discípulos del belga Caros Haes en la cátedra de Paisaje de la Escuela de San Fernando, en Madrid, Riancho y Casimiro Sainz inician, en el tiempo y también en el magisterio, una larga nómina de artistas que «conciben la pintura», según palabras del crítico y poeta José Hierro, «como un menester en el que interviene sobre todo la retina». Por su parte, el profesor Lafuente Ferrari, después de ponderar «la atrevida concepción y la desenfadada técnica» con que Riancho expresa sus masas de árboles añosos, afirma que con Casimiro Sainz «por primera vez el paisaje español llega a un suave lirismo compatible con la objetividad y el detalle que le impone la época».

La muestra de la Fundación Santillana, abierta hasta diciembre, presenta, además de a los citados, a un grupo de la llamada Generación de la contienda, es decir, aquellos que expusieron lo mejor de su obra en los años cincuenta (Balbino Pascual, Manuel Liaño, Santiago Montes y Gutiérrez de la Concha), y a representantes de la generación intermedia, como Donato Avendaño, Fernández Pérez del Camin, Tomás de Campuzano, Gerardo de Alvear y Ricardo Bernarod. La exposición ha sido organizada por Aurelio G. Cantalapiedra, encargado de la actividad cultural y artística de la sede de Santillana del Mar.