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Reagan evita comprometerse en el tema de una posible utilización de armas nucleares en Europa

, Las dudas sobre la posibilidad de que Estados Unidos pueda utilizar armas nucleares en Europa como advertencia para frenar una eventual invasión soviética persistían ayer en Washington al término de una conferencia de Prensa del presidente Ronald Reagan, en la cual se trataron fundamentalmente los problemas internos de la economía norteamericana."Nuestro objetivo es la paz", dijo el presidente norteamericano, señalando que sus recientes declaraciones ante un grupo de editores estadounidenses, en las que citó la posibilidad de una guerra nuclear limitada al escenario europeo, fueron "sacadas de contexto", creando cierta confusión.

"No tenemos planes para enviar a los norteamericanos a combatir a ninguna parte del mundo", señaló el presidente Reagan, recordando, en cambio, que Estados Unidos iniciará conversaciones "para una reducción de armas nucleares" a finales de mes con los soviéticos.

Sin embargo, preguntado por las incoherencias y contradicciones de la semana pasada entre el secretario de Estado, Alexander Haig, y el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, siempre a propósito de la hipótesis de una guerra nuclear en Europa, Ronald Reagan afirmó que no podía precisar si figuraba dentro de la estrategia de la OTAN.

Reducir "al más bajo nivel posible" el armamento nuclear en Europa entre soviéticos y norteamericanos será, dijo Reagan, el principal objetivo de las próximas negociaciones entre Washington y Moscú, previstas para iniciarse el 30 de este mes en Ginebra.

"Revolución exportada"

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Aunque el presidente repitió el firme propósito de Estados Unidos de no enviar soldados estadounidenses a ninguna parte del mundo, añadió que Washington no puede permanecer insensible a la "revolución exportada" por soviéticos y cubanos en Centroamérica. Señaló que EE UU es favorable a establecer una paz duradera en El Salvador, pero que los guerrilleros creen en una "solución militar".

En relación con el plan de paz de Arabia Saudí para Oriente Próximo, Reagan fue muy cauto, recordando que todo proceso de paz pasa por los acuerdos de Camp David y la resolución 242 de la ONU. No obstante, señaló como positivo el punto de los saudíes que reconoce, el "derecho a vivir en paz para todos los pueblos de la zona", lo que supone implícitamente Un reconocimiento al Estado de Israel.

En materia económica, Reagan aseguró que los efectos positivos de su programa económico serán patentes a mediados de 1982. Precisó que, aunque no será probable para 1984, como prometió hace unos meses, sigue siendo un objetivo primordial conseguir un equilibrio en el presupuesto público.

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