Yugoslavia y Rumanía discuten la posible desnuclearización de los Balcanes
El yugoslavo Sergej Krajger, sucesor de Tito al frente del Presidencial Federal yugoslavo, finalizó ayer su visita a Rumanía donde con su anfitrión, Nicolae Ceancescu, trató de la de la colaboración balcánica, concepto que desde la elección del socialista Papandreu en Grecia engloba la posibilidad de promover una zona desnuclearizado en los Balcanes.
, Rumanía, país balcánico miembro del Pacto de Varsovia, fue el primero en lanzar, en 1957, un proyecto de desnuclearización de los Balcanes y por ello ha reaccionado inmediatamente a la propuesta de los socialistas griegos. Bulgaria primera potencia balcánica en energía nuclear y fiel aliada de la URSS, se pronuncia también ahora a favor de unos Balcanes sin átomos para la guerra.En cuanto a la no alineada Yugoslavia, por aquí ha pasado Ew gleburguer, subsecretario de Estado norteamericano para Europa, declarando a su llegada, procedente de Bulgaria, que estaba contra alteraciones del. status nuclear actual en Europa. Yugoslavia querría obtener de un país balcánico del Pacto de Varsovia garantías de que el proyecto de desnucicarización de los Balcanes no se hará con excesivo patrocinio soviético. Hace unos,años, unas declaraciones ambiguas a la Prensa del general yugoslavo Ival Kukoc suscitaron hipótesis -respecto a que Yugoslavia podría estar interesada en su arma nuclear no alineada.
En cuanto a Albania, país desertor de un Pacto de Varsovia que abandonó en 1968, su presidente, Enver Hoxha, acaba de pronuncíarse contra las potencias que desean convertir a los Balcanes en un barril de pólvora, esforzándose en encender sus pasiones, palabras que en la prcsa estalinista de Hoxha equivalen a un voto en favor de la no alineación balcánica. Lo único que podría molestar excesivamente a Enver Hoxha es que el proyecto gustara demasiado a los revisionistas soviéticos.
Queda Turquía,antigua dueña de los Balcanes, hoy abiertamente opuesta a la desnuclearización de la zona, a no ser en contextos europeos $.más amplios". Junto con la República Federal de Alemania, Turquía es el país más importante de la OTAN en Europa, por sus fronteras con la Unión Soviética, Bulgaria, Siria, Irak e Irán. Una desactivación de Turquía dentro de la Alianza Atlántica desarmaría a ésta en el Mediterráneo oriental. Círculos diplomáticos aseguran en Belgrado que durante el mes de enero llegará a Yugoslavia una muy alta personalidad política de Turquía.
Existe un preludio de acuerdo en los Balcanes de posguerra. El pacto balcánico entre Yugoslavia, Grecia y Turquía, de vida efímera y extinguido por la rivalidad grecoturca en tomo a Chipre y por la reconciliación de Yugoslavia con la Unión Soviética tras la muerte de Stalin y el abrazo de Tito con Jruschov. Entre 1953 y 1955, Yugoslavia estuvo así, ligera e indirectamente, vinculada a la OTAN a través del pacto balcánico suscrito entre Grecia, Turquía y Belgrado, si bien había cláusulas que deslindaban la pertenencia al pacto balcánico de la militancia en la OTAN.
Rencillas balcánicas
Una plena colaboración balcánica se enfrenta hoy con las rencillas, que dividen a los países de esta península. Entre Turquía y Grecia está el problema de Chipre y la crónica desconfianza en el mar Egeo. Yugoslavia ve pretensiones territoriales encubiertas en Bulgaria, y no cree que este país sea sincero cuando asegura reconocer el carácter yugoslavo de la República eslava de Macedonia.
Albania, por su parte, le reprocha a Yugoslavia su política nacional con las minorías albanesas.
En medio de su campaña electoral, Papandreu recibió en Atenas para su proyecto de desnuclearización balcánica el apoyo del socialista sueco Olof Palme, que dijo: "Estamos ansiosos por una Escandinavia Ubre de armas nucleares". Aquella misma semana, entre el 11 y el 18 de octubre, Eagleburguer había dicho desde Washington, en conferencia televisada para veintidós universidades norteamericanas, que no estaba de. acuerdo con zonas de desnuclearización dentro de la Alianza-Atlántica.
