Reagan se declara contrario al uso de bombas atómicas
A bordo del avión presidencial Air Force Number One, en dirección hacia Cancún, México, el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, acusó ayer a la Unión Soviética de "deformar" profundamente la política norteamericana a propósito de su eventual utilización de la fuerza nuclear en Europa. Insistió el presidente en su firme oposición a usar bombas atómicas, en cualquier grado o nivel.
Reagan especificó que lapropaganda soviética pretendía enturbiar las relaciones entre EE UU y los aliados europeos. Recordó que desde hace veinte años, la estrategia de la OTAN de una respuesta flexible para evitar un conflicto en Europa no ha cambiado: mantener y asegurar la capacidad militar para disuadir del uso de la fuerza -convencional o nuclear- por parte de las tropas del Pacto de Varsovia. Y añadió que "todos los presidentes norteamen e anos" sabían que el uso eventual de armas nucleares tendría profundas consecuencias no sólo para Europa.Las recientes declaraciones de Reagan intentan corregir los efec tos ni han causado en las capitales de Europa occidental sus afirmaciones de la semana pasada, cuando habló ante los editores de periódicos norteamericanos de la posibilidad de usar armamento nuclear en el escenario de una guerra limitada en Europa.
El cese de Schweitzer
Con el claro propósito de calmar a los europeos y no enturbiar aún más el inicio de* conversaciones con los soviéticos para el control de armas nucleares en Europa, previsto para el 30 de noviembre en Ginebra, las palabras del presidente Reagan fueron precedidas del cese fulminante del general Robert Schweitzer, jefe de la sección de asuntos militares en el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca.
Schweitzer, de 53 años de edad y una condecorada carrera militar, pronunció un discurso ante varios centenares de militares norteamericanos en el que destacó que la Unión Soviética "se prepara para la guerra" y que Estados Unidos se encuentra en la situación más peligrosa" desde la época de su fundación como Estado.
El general estadounidense afirmó que la URSS cuenta, por primera vez, con clara superiorida en los tres pilares claves de la estrategia nuclear: misiles tierra-aire, misiles mar-aire y superbombarderos.
"Es evidente", continuó Schweitzer, "que la URSS piensa invadir Polonia". También sus intenciones de ocupar la zona del golfo Pérsico. Y remató califican do la situación en el Caribe de incendiaria y lamentando la postura de la Iglesia en EE UU, que favo rece movimientos pacifistas, cada vez más peligrosos, en Europa, con sus reservas al freno de la expansión comunista en América Latina.
Gran soldado
Richard Allen, jefe del Consejo de Seguridad del presidente Reagan, se enteró de las duras afirmaciones de su consejero en temas militares al leer el diario The Washington Post. Inmediatamente cesó en su cargo al general, que vuelve a ocuparse de funciones específicamente militares en el Pentágono. Fue sustituído por el contralmirante James Nance. La Casa Blanca consideró excesivamente pesimistas las afirmaciones del general Schweitzer y el presidente Reagan aprobó el cese, matizando sin embargo que Robert Schweitzer es un gran soldado y "hombre de gran integridad, lealtad y dedicación al servicio de la actual Administración".
El asunto Schweitzer llega en un momento en que crecen las diferencias entre los altos cargos de la Administración Reagan en materia de política exterior. Se repiten, como en administraciones anteriores, los roces y conflictos entre la Casa Blanca y el Departamento de Estado, donde el jefe del Consejo de Seguridad del presidente, Richard Allen, no siempre está de acuerdo con el secretario de Estado, Alexander Haig (bajo cuyo mando sirvió Schweitzer cuando el general Haig era comandante en jefe de las tropas de la OTAN en Europa).
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