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Europa se rebela ante la posibilidad de que Norteamérica se mantenga al margen de una guerra nuclear limitada a su territorio

Ronald Reagan cree posible una guerra nuclear limitada en Europa sin que las dos grandes superpotencias hagan uso de sus misiles estratégicos intercontinentales. Esta declaración, que en Estados Unidos pasó inadvertida, ha caído como una verdadera bomba en el Viejo Continente. Para los políticos europeos es difícil comprender el poco tino demostrado por el presidente norteamericano, quien con su afirmación viene a apoyar los argumentos del creciente movimiento pacifista.

En la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte ( OTAN) la "inoportuna" declaración de Reagan ha causado auténtica consternación, mientras que en Bonn la reacción es más bien de indignación. En cambio, en Francia, el general Gallois, experto en estrategia nuclear, elogió la "firmeza" del primer mandatario norteamericano, quien con sus polémicas declaraciones trataría, según el militar galo, de demostrar a los europeos que deben aceptar el despliegue de los misiles de crucero y de los cohetes Pershing.El Departamento de Estado trató ayer de poner los puntos sobre las íes en lo afirmado el sábado por Reagan (en una entrevista concedida a diarios de provincias), asegurando que sus declaraciones están en total conformidad con "la estrategia de la OTANde dar una respuesta flexible (preferentemente al nivel más bajo posible), al tiempo que reserva una capacidad militar segura para disuadir al Pacto de Varsovia del uso de la fuerza, convencional o nuclear."

El ambiente se caldeó aún más en Washington ayer al conocerse el fulminante cese del general Robert Schweitzer, principal responsable militar del Consejo de Seguridad Nacional, por haber afirmado en un discurso (sin conocimiento de Reagan) que "los soviéticos se están preparando y van a atacar".

En su primera reacción oficial, Leónidas Breznev declara hoy al diario Pravda que "los esfuerzos de los dirigentes soviéticos, así como los de todo el pueblo de la URSS tienen por finalidad no permitir de ninguna manera la guerra nuclear y eliminar incluso la amenaza de que llegue a producirse".

Interrogado por un periodista del diario soviético sobre las declaraciones de Reagan según las cuales "considera posible la victoria norteamericana en la confrontación nuclear", Breznev agregó: "Ya lo declaré públicamente desde la tribuna del 26º Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética. Intentar ganar unos a otros en la carrera armamentista y contar con la victoria en la guerra nuclear es una locura peligrosa".

"Iniciar la guerra nuclear", agrega el líder soviético, "con la esperanza de salir de ella como vencedor sólo se le puede ocurrir a quien ha decidido suicidarse. Cualquiera que sea la potencia atacante y la forma elegida para desencadenar la guerra, no podrá conseguir sus objetivos. El castigo vendrá inevitablemente".

Breznev agrega en sus declaraciones a Pravda que "sería conveniente que el presidente norteamericano hiciese también una declaración inequívoca rechazando la idea de un ataque nuclear para considerarla como un acto criminal.".

Quiere ser el primero

En sus declaraciones a Pravda, Breznev señala: "¿Por qué, podría preguntarse, Estados Unidos no apoya la proposición presentada por la Unión Soviética en el período actual de sesiones de la Asamblea General de la ONU al respecto si no fuese porque quiere ser el primer país en utilizar las armas nucleares? Si no se produce el primer estallido nuclear, no se producirá el segundo, ni el tercero. Y de esta manera perderán sentido las mismas deliberaciones sobre la posibilidad o imposibilidad de la victoria en la guerra nuclear y quedará retirada del orden del día la cuestión de la guerra nuclear como tal".

Breznev concluye sus declaraciones diciendo: "Esto es precisamente a lo que aspiran todos los hombres amantes de la paz en el mundo, a lo que están encaminados consecuentemente los esfuerzos de la Unión Soviética y su dirección. Así pues, la palabra la tienen Estados Unidos y sus dirigentes ".

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