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Escasa viabilidad del 40% de las empresas vascas

En opinión de Javier García Egocheaga, consejero vasco de Industria, al menos un 20% de las empresas actualmente existentes en Euskadi hubieran tenido que cerrar en un sistema de economía libre pura, mientras que no menos de un 40%, sin haber llegado a límites irreversibles, se encuentran en una situación de dudosa viabilidad. Tan pesimistas apreciaciones, expuestas en el acto de clausura del Congreso sobre Política Industrial celebrado estos días en Bilbao, serían matizadas por Egocheaga en el sentido de que la salida a la situación, actual es asimétrica: o se abordan a tiempo los problemas, en cuyo caso puede producirse un nuevo relanzamiento, o se desemboca en una situación no ya mediocre o mala, sino desastrosa.Las palabras del actual consejero del Gobierno vasco, antiguo director general en Madrid con Rodríguez Sahagún, venían a corroborar el diagnóstico adelantado poco antes por Antxon Pérez Calleja, cuyas propuestas sobre participación de los trabajadores en la gestión de las empresas como uno de los ejes de superación de la crisis provocaron reacciones entre incrédulas e indignadas por parte de los empresarios asistentes.

Ante la perspectiva de un "en parte ya irreversible derrumbe industrial, que puede convertirnos rápidamente en un país tercermundista", y teniendo en cuenta que la solución "no hay que esperarla de la Virgen de Lourdes", sólo la decidida intervención voluntarista de la Administración autónoma, incluyendo nacionalizaciones, sería capaz de desbloquear la situación. A su vez, ese desbloqueo se debería traducir de inmediato, en opinión de Calleja, en el estímulo del protagonismo directo de quienes están en la empresa. La Administracíón autónoma debe "pasar a asumir la responsabilidad de dirigir la industria del país como si fuera una empresa", previo acuerdo con los sindicatos. Estos deben aceptar, a cambio de contrapartidas políticas y sociales, y en primer lugar la autogestión, y de planes concretos de creación de puestos de trabajo, importantes reducciones salariales y medidas que faciliten la movilidad en el empleo.

"Nacionalizaciones y autogestión, como vía de corresponsabilización de los trabajadores, son, aunque sólo sea por eliminación de otras alternativas, la última y única posibilidad de supervivencia económica del País Vasco", según Calleja.

El consejero de Industria, sin contradecir a Calleja, no fue tan lejos como éste, excepto a nivel de diagnóstico general, y definió como objetivos a medio plazo de una política económica racional el cambio en la estructura empresarial, el desarrollo tecnológico y el relanzamiento de la inversión industrial. Comentando el papel de la sociedad de promoción y reconversión industrial, constituida el mes pasado por iniciativa del Gobierno de Vitoria, Egocheaga advirtió que no intervendrá indiscriminadamente sobre todas las empresas y sectores, sino únicamente sobre aquellas cuyo contenido tecnológico o capacidad para la exportación garanticen su viabilidad de cara al Mercado Común Europeo.

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