CEPYME asumirá la postura de la CEOE en el Acuerdo sobre Empleo

«CEPYME está integrada en CEOE y, por tanto, asumirá la postura que esta organización adopte finalmente sobre el Acuerdo Nacional para el Empleo (ANE), aunque esta postura fuese la de retirarse del mismo. No obstante, CEPYME va a lugar porque el ANE tenga éxito», manifestó Javier González Estéfani, presidente del comité ejecutivo, en el transcurso de un almuerzo informativo.González Estéfani, que criticó al Gobierno por haber incumplido en los Presupuestos de 1982 los pactos contraídos con CEOE, explicó que estos acuerdos habían consistido en que las subvenciones del Estado, en caso de materializarse, no fuesen exclusivamente para los sindicatos. Se trata de seguir las recomendaciones de la OIT, añadió, y que las ayudas sean para sindicatos y patronales, «para actividades de interés para el país». Personalmente, dijo, «prefiero que no haya subvenciones para nadie, ya que entiendo que las organizaciones deben financiarse con las cuotas de los afiliados».

El presidente de CEPYME, en un tono muy en consonancia con el que en los últimos tiempos utilizan los directivos de la CEOE, criticó con dureza al Gobierno y manifestó que en él faltan personas con verdadera inquietud por la economía y por los problemas empresariales. Más tarde añadiría que los empresarios no pueden continuar indiferentes ante las elecciones políticas.

Realizó una fuerte crítica a los Presupuestos de 1982, «cuyas cifras constituyen un factor de preocupación, toda vez que se considera al mismo poco adecuado para un relanzamiento de la economía».

El incremento del 27% del gasto público, cifra similar a la adoptada por el Gobierno socialista francés, «contrasta con la restricción de costes que todas las empresas se ven obligadas a hacer y con la política realista que países mucho más avanzados que el nuestro están llevando a cabo». En este sentido, González Estéfani no regateó elogios a las políticas de la Administración Reagan y del Gobierno conservador británico.

González Estéfani se quejó del elevado déficit presupuestario, que ha crecido un 50% en los dos últimos años, y del incremento de un punto en el impuesto de tráfico de empresas, que va a suponer un aumento de tres a cuatro puntos en el IPC.