La España romántica vista por artistas, escritores y viajeros

La exposición La imagen romántica de España, que se inaugura hoy en el Palacio de Velázquez, del parque madrileño del Retiro, reunirá quinientas obras, entre pinturas, esculturas, dibujos, grabados, objetos, libros y escritos, explicativas de la visión que escritores, artistas y viajeros del siglo XIX tenían de la España romántica. Muchas de estas obras, principalmente las que pertenecen a colecciones privadas, se exhiben por primera vez en España.

La España romántica llamó poderosamente la atención de artistas y hombres de la cultura, tanto españoles como extranjeros. Los paisajes, los bailes, los toros, los trajes populares, las iglesias, los monumentos, las ruinas, las fiestas populares y religiosas fueron reflejados en grabados, pinturas y, libros de viaje. El grabado y una de sus técnicas más importantes, la xilografía, contribuyeron de forma decisiva a dejar constancia de estas visiones.Ahora la Dirección General de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura, ha reunido parte de las obras más significativas de estos artistas románticos. Museos ingleses, franceses, alemanes y españoles han colaborado en la exposición. Pero además puede destacarse la aportación única de la colección Brinsley Ford, de Londres, y del Museo del Toro, de Perú, propiedad de la familia Berckemeyer. Muchas de estas obras se exhiben por primera vez en España.

Brinsley Ford es bisnieto de Richard Ford, escritor y viajero infatigable por España, que nos dejó, entre otros, el libro Manual para viajeros por Castilla y lectores en casa. Brinsley está en Madrid y dará hoy una conferencia (a las siete de la tarde, en el Consejo Británico, calle de Almagro, 7) sobre el tema Richard Ford, en España, 1830-7833.

Richard Ford, hombre de una gran cultura, escritor y dibujante, vino a vivir a Sevilla en 1931, en principio, para cuidar a su mujer, que tenía una salud muy delicada. Tras una breve estancia en Sevilla, se instaló en Granada, cerca de la Alhambra, y desde allí recorrió a caballo miles de kilómetros por determinadas zonas de España que estaban completamente apartadas de las ya entonces rutas turísticas habituales que recorrían las diligencias y más tarde el ferrocarril. Ford dejó también una serie de dibujos en los que se representaba su visión personal de la España romántica.

Junto a los grabados de Ford destacan también los de David Roberts, los de Freres, Villaamil Elbo, Lewis y Gustave Doré.