Poca controversia en los debates sobre cine y literatura
La mesa redonda sobre Cine y literatura organizada por Ricardo Muñoz Suay ha reunido en el Festival de Cine de San Sebastián a un buen número de intelectuales, novelistas y cineastas dispuestos a vencer el sueño matinal -la reunión comenzó a las diez de la mañana-, con exposiciones teóricas que no llegaron a cuajar, desgraciadamente, en consideraciones generales y útiles.Guillermo Cabrera Infante, por ejemplo, mostró un curioso recelo por los directores de películas, hasta el punto de llegar a decir, en referencia a quien filmó un guión original suyo, que fue entrevistado por una periodista «porque últimamente entrevistan a cualquiera». Punto de vista que, en cierto modo, fue común a los literatos presentes, que consideraban siempre en primer término su producción novelística, colocando en un lugar menor en el ámbito de la cultura al cine.
Fue Juan Cueto quien precisó los términos defendiendo la postura cinematográfica en nuestro tiempo y señalando que lo que habría que analizar no es tanto la influencia de la literatura en el cine como la de éste sobre las novelas; llegó incluso a decir Cueto que cuando los novelistas actuales prescinden de esa influencia realizan un trabajo que no está plenamente de acuerdo con la época en que vivimos.
La conversación comenzó con la presencia de Marco Ferreri, gran estrella del día, ya que su película había interesado a todos los concurrentes por la fuerte personalidad de sus imágenes, que no coincidían en todo momento con el origen literario del guión. Ferreri indicó que Charles Bukowski le había dado plena libertad para adaptar su obra al cine, y que sólo de esa manera es posible llegar a una fidelidad total con la obra original.
Libertad del cineasta
No convenció esta teoría a algunos de los asistentes, que preferían que en todo momento el guionista cinematográfico sirviera los orígenes literarios. Fue Román Gubern quien señaló la diferencia semántica entre los lenguajes del cine y de la novela: la descodificación del lenguaje escrito tiene, lógicamente, que trasladarse a unas impresiones tan distintas como son las de la imagen. No puede entenderse, por tanto, que el cine sirva de simple traducción.
El director argentino Rodolfo Kuhn, impresionado por la versión que Ferreri había hecho del texto de Bukowski, defendió la libertad del autor cinematográfico como única posibilidad de que los buenos textos literarios se transformaran en buenas películas, dado que había sido precisamente esa libertad la que había permitido buenas películas de malas novelas. «Yo nunca habría imaginado que la literatura de Bukowski se pudiera trasladar a esas imágenes tan bellas y tan cuidadas como las que Ferreri ha hecho. Pensé siempre que necesitaba de claroscuros en blanco y negro, de un miserabilismo más frecuente».
La polémica no llegó a cuajar plenamente porque las intervenciones se hacían largas y excesivamente ordenadas. Jorge Edwards, Juan Marsé, Jesús Fernández Santos y Gabriel Celaya fueron algunos de los que intentaron, además de los ya citados, enderezar la conversación por un camino de bases claramente establecidas. Pero no tuvieron gran éxito. Y, como suele pasar en estos casos, acaba siendo más importante la presencia de famosos y su brillantez ocasional que el contenido último de la mesa redonda.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.