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El Festival Intemacional de Música de Santander organiza un "Memorial Ataúlfo Argenta"

La Orquesta Nacional de España, dirigida por López Cobos, ofrecerá hoy un concierto en honor del músico

El Festival Internacional de Santander, al conmemorar su trigésimo aniversario, ha organizado lo que titula Memorial Ataúlfo Argenta, homenaje al ilustre director montañés. Argenta ha sido una de las personalidades que más contribuyó al prestigio europeo del festival santanderino.

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Una personalidad vigorosa

En el Museo Municipal de Bellas Artes se acaba de inaugurar la exposición Ataúlfo Argenta: el músico, el hombre, el mito, que permanecerá abierta hasta finales de mes. Hoy, la Orquesta Nacional de España y el Orfeón Donostiarra, bajo la dirección de Jesús López Cobos, llevarán por la noche a la plaza Porticada la Novena sinfonía de Beethoven (entre los solistas está la gran soprano aragonesa Pilar Lorengar). Horas antes, en el museo municipal, el crítico Fernández Cid, biógrafo del homenajeado, hablará sobre el desaparecido maestro castreño.

El músico

Ataúlfo Argenta, recogiendo la antorcha de los hoy casi míticos Arbós y Pérez Casas llevó la interpretación sinfónica a cotas muy elevadas en una época difícil para la vida cultural española. Haber alcanzado resultados de simple y usual corrección ya hubiese significado un triunfo, pero Argenta superó las expectativas.«Un director, un músico,' un hombre, he aquí el eslogan con el cual se da la vuelta al mundo. Argenta la dará. Ya está en camino». Con estas palabras, el célebre crítico francés Clarendon ponía fin, todavía en vida del maestro, a su libro sobre él en la colección Grandes intérpretes.

Todos los españoles aficionados a la música con más de cuarenta años de edad no han olvidado las lecturas que daba Argenta de los grandes clásicos, ni sus incomparables versiones del género lírico español. La constante audición de esas zarzuelas, que él entendía como nadie, nos devuelven su nerviosa presencia, aquella poderosa llama que, sobre el podio, emanaba su espigada figura.

La verbena de la Paloma y Argenta, El tambor de granaderos y Argenta, La boda de Luis Alonso y Argentá... y Beethoven, Schumann, Brahms, Liszt, Mahler, Chaikovski, Falla, Guridi, Ravel... y Argenta. Todos son bellos recuerdos para los aficionados madrileños.

La vida

¿Cómo resumir una vida tan llena de datos, de luchas, de triunfos, la gloriosa carrera de este cántabro despierto, alto,fino como una vara, enjuto como un caballero del Greco?Ataúlfo Argenta nació en Castro Urdiales en 1913 y falleció en Los Molinos (en la sierra madrileña) el 20 de enero d e 1958. Estudios y premios de piano, una dura pelea por abrirse camino como pianista hasta que, en 1940, en el Festival de Bad Elster, conoce al director de orquesta alemán Carl Schuricht, gran maestro y hombre providencial que le encamina hacia la que será su profesión definitiva, la dirección de orquesta.

Cuando Argenta regresa a España en 1944, funda y dirige la Orquesta de Cámara de Madrid. Luego viene su etapa como director de la Orquesta de Radio Nacional, con la que realiza una gran labor. Su nombre empieza a sonar entre los filármónicos.

Con el apoyo incondicional de Antonio de las Heras, entonces en la Comisaría de la Música, Argenta es contratado finalmente como director titular de la Órquesta Nacional de España; Como ha, escrito Federico Sopeña, «no había director latino de sus años capaz de dirigir con tal hondura, con tal brillo, el repertorio que va de Beethoven a Mahler».

Y así lo demostró al mando de la Orquesta Nacional de Francia, la del Conservatorio de París, la London Symphony Orchestra, las de Radio Turín, Radio Roma, Academia de Santa Cecilia de Roma, orquestas alemanas, la Suisse Romande...

Pero en la memoria de nuestros melómanos estarán siempre sus ejecuciones con la Nacional en el Palacio de la Música, en el Monumental o en la plaza Porticada, de Santander, donde una lápida nos recuerda que allí coronó Argenta gloriosamente el ciclo de las nueve sinfonías de Beethoven.

Autoritario pero cordial, tenaz pero bondadoso, flexible como, sólo sabe serlo un gran intérprete, Argenta se ganó la admiración de los mayores críticos de su tiempo. El ilustre musicólogo francés Vuillermoz -le había situado entre las más gloriosas -batutas de los dos mundos. Tras una de sus actuaciones en Suiza se escribió (citado por Antonio Fernández Cid en su Argenta, Madrid, 1958) que su técnica corría pareja con la claridad y precisión de un Scherchen, de un Klecki y de un Karajan. «Argenta huye de todo lo exageradamente perfilado, de todo lo que parece haber pasado por la acción del bisturí. Su precisión está más bien velada», añadía el crítico del Berner Tageblati

Y Claude Rostand, autor de uno de los libros más completos sobre Brahms, expresaba: «No cabe más que inclinarse ante la belleza y la grandeza de la interpretación de Ataúlfo Argenta, ante su estilo que es de un espléndido rigor, de una admirable seriedad, ante la fuerza expresiva, que da a su obra. Argenta se comporta en gran artista, en gran director, en intérprete de una rara pujanza, de un raro fervor, y se confirma como uno de los mejores brahmsianos actuales».

De su capacidad de estudio, inteligencia y sensibilidad se hicieron eco muchos comentaristas. Habría que recoger aquí al Argenta familiar, amante de los suyos, de su tierra y sus gentes, amor que supo transmitir en las versiones, siempre palpitantes, de la mejor música española.

Homenaje en Castro Urdiales

El culto a Ataúlfo Argenta no es nuevo y quedó consagrado en el 25º aniversario con la placa conmemorativa de las nueve sinfonías, instalada en la entrada principal de la Porticada, de Santander. Anoche, en Castro Urdiales, el pueblo de Argenta, otro músico castreño, Arturo Dúo Vital, en el bello escenario de la Iglesia de Santa María, fue recordado en un programa interpretado por la Coral Salve, de Laredo, dirigida por José Luis Ocejo, responsable desde hace dos años del festival internacional, y por el Orfeón Donostiarra, que hoy -,repite actuación junto a la Orquesta Nacional en la Porticada, según informa

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