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Estados Unidos comienza a fabricar la bomba de neutrones

La bomba de neutrones, un elemento esencial para la nueva estrategia del Pentágono en Europa

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, decidió anunciar la fabricación de la bomba de neutrones, dejando a un lado las consideraciones diplomáticas ofrecidas por el secretario de Estado, Alexander Haig, consciente de la tormenta que el tema iba a provocar en Europa, y bajo presiones del secretario de Defensa, Caspar Weinberger, y de altos dirigentes del Ejército de Tierra, que consideran la bomba un elemento fundamental de la nueva estrategia de campos de batalla integrados elaborada por el Pentágono para el caso de un enfrentamiento con la Unión Soviética en Europa occidental.

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La decisión de Reagan es una victoria personal del ministro de Defensa, Weinberger, sobre el secretario de Estado, Haig, quien pidió al presidente en la reunión del Consejo Nacional de Seguridad del jueves pasado, donde se tomó la decisión, que se aplazara el anuncio hasta "por lo menos la próxima primavera", para no complicar el plan de instalación en Europa de 562 misiles Pershing de alcance medio, capaces de alcanzar objetivos situados en territorio de la Unión Soviética.Caspar Weinberger declaró el lunes por la mañana a la cadena de televisión ABC que "la decisión de fabricar la bomba de neutrones es un asunto interno norteamericano y, por tanto, no hay obligación o razón alguna de notificarlo a nadie". Poco después, el portavoz oficial de la Casa Blanca, Larry Speakes, dijo que en la reunión del Consejo Nacional de Seguridad del jueves se acordó informar de la decisión en seguida a los aliados occidentales; pero la noticia llegó a manos de la Prensa antes de lo previsto y los dirigentes de las naciones aliadas- se enteraron del asunto por los medios de comunicación.

El secretario de Defensa señaló en la entrevista televisada que "la bomba neutrónica va a ser almacenada en Estados Unidos (sería trasladada a Europa en caso de conflicto) y, por tanto, no ha habido necesidad de consultar a nadie. Es lo mismo que si hubiéramos acordado construir una nueva bomba convencional de artillería. La airada reacción soviética", siguió Weinberger, "responde simplemente al hecho de que su sistema de propaganda no funciona. Desgraciadamente, toda arma que sea efectiva en el campo de batalla ha de matar personas, y la bomba de neutrones no es una excepción a esa regla".

Política clara y firme

Otros funcionarios de la Administración Reagan que no han querido ser identificados han ido más lejos en sus apreciaciones, y han comentado que el presidente Reagan, con el anuncio ahora de su decisión, "ha querido demostrar a los aliados europeos que nadie tiene poder de veto sobre lo que Washington acuerde". "El anuncio, fuera hecho en un momento u otro, iba a provocar una tormenta. Estamos preparados para enfrentarla. Además los aliados prefieren una política clara y firme como la actual a los vaivenes de Jimmy Carter", dijo uno de los consejeros más allegados al presidente.

La bomba de neutrones tiene por objetivo fundamental contrarrestar la sunerioridad de tres a uno que tiene la Unión Soviética sobre los aliados occidentales en número de tanques. Los neutrones pueden penetrar perfectamente la coraza de los tanques rusos y aniquilar a sus tripulantes sin provocar en las ciudades europeas, probable escenario de las batallas, los destrozos que originan las armas convencionales.

La bomba neutrónica es parte esencial de la llamada "estrategia -de campos de batalla integrados", que pretende que los ejércitos aliados puedan llevar a cabo simultá neamente tres guerras en territorio europeo: una convencional, una nuclear y otra con armas químicas. Las primeras bombas de neutrones que produzca en los próximos años la industria armamentista serán entregadas a las unidades del Ejército de Tierra de Estados Uni dos que estarían destinadas a desplazarse a Europa en caso de guerra.

Alexander Haig, que ya tuvo un enfrentamiento con Caspar Weinberger inmediatamente después de la toma de posesión de ambos, cuando el secretario de Defensa anunció que Estados Unidos iba a fabricar la bomba de neutrones y tuvo que ser desmentido por el propio Ronald Reagan, explicó a la Casa Blanca que el anuncio de la decisión en este momento va a complicar el proyecto de instalación en Europa de 562 misiles Pershing, de acuerdo con lo dispuesto en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de países de la OTAN que se celebró en Bruselas en diciembre de 1979.

En 1977, el entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, decidió fabricar la bomba, pero poco después se volvió atrás y ordenó que se construyeran las distintas partes que componen el arma, pero que no se ensamblarán. Los aliados censuraron la indecisión del líder de Washington.

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