Los golpistas de Gambia amenazan con una matanza si las tropas senegalesas no salen del país

El Consejo Supremo de la Revolución (CSR) de Gambia, instaurado tras el golpe de Estado del jueves, decidió a última hora de la tarde de ayer abrir negociaciones con el oficial que manda las tropas senegalesas que intervinieron en el país tras, la rebelión. Los golpistas amenazaban con ejecutar a un elevado número de rehenes si ni se retiraban las tropas ocupantes.

Las tropas senegalesas enviadas a Gambia para restablecer en el poder al depuesto presidente Dauda Jauara habían ocupado durante el día de ayer gran parte del país y, casi toda la capital, Banjul donde los rebeldes mantenían el control sobre la emisora.Los miembros del CSR habían tomado a lo largo del día un elevado número de rehenes, entre los; que se encontraban los miembros del Gobierno depuesto, el secretario general del Comité Senegambio (organismo encargado de la cooperación económica entre Senegal y Gambia) junto con toda su familia y la primera mujer de Jauara.

Ladi Jilel Jauara declaró por la radio gambia que era prisionera del CSR, que amenazaba con ejecutarla si el presidente Jauara no pedía al presidente de Senegal la retirada de todas las tropas destacadas en Gambia. Ladi Jilele declaró que también serían asesinados todos los miembros del derrocado Gobierno.

El presidente Jauara manifestó en una conferencia de Prensa en Dakar, adonde llegó en la noche del jueves procedente de Londres, que la intervención senegalesa se hacía en virtud del acuerdo de defensa firmado entre ambos países en octubre de 1980. Según Jauara el golpe de Estado es obra de "un pequeño grupo de hombres sedientos de poder, que han contado con el apoyo de elementos rebeldes de las fuerzas armadas". Dauda afirmó que "el aplastamiento de la rebelión" era cuestión de horas.

Dominados puntos estratégicos

Efectivamente las tropas aerotransportadas senegalesas ocupaban todo el país y puntos estratégicos de importancia tan grande como el aeropuerto de Yundum, el transbordador y la línea transgambia, aunque de hecho no habían conseguido controlar totalmente la situación.

El presidente Jauara manifestó en su intervención que "he hecho que entre en vigor el acuerdo de defensa para evitar que mi país se sumerja en el caos y en el desorden" y aseguró que la situación nunca había estado completamente controlada por los golpistas, ya que elementos de la gendarmería han permanecido fieles y han ofrecido resistencia.

El presidente no quiso mencionar el nombre de ningún país que hubiera favorecido el golpe de Estado. El CSR había hecho por la mañana un llamamiento "a los camaradas de Guinea-Conakry, de Guinea-Bissau y de la Unión Soviética" para que les ayudasen a rechazar la "agresión de los senegaleses".

Jauara dirigió un llamamiento al líder de los rebeldes, Kukli Samba Sanyang, pidiéndole que se rindiera a las tropas senegalesas. La respuesta fue la toma de rehenes. A la hora de cerrar esta edición el presidente del CSR había reiterado su intención "de matar a todos los hijos y a la esposa" de Jauara si los senegaleses no procedían inmediatamente a un alto el fuego.