Tergiversación
En EL PAIS del 21 de julio aparece en su sección de Cartas al director una bajo el epígrafe La reforma psiquiátrica socialista, donde se mezclan nombres, acusaciones y tergiversaciones sobre la política sanitaria del PSOE más propias de juzgado de guardia que de ser polemizadas en Prensa y firmadas por un tal Jardón que no sé en qué aguas revueltas de la información bebe, pero no, desde luego, en las de la verdad.Acusa a Ciriaco de Vicente, comparándole con «Stalin en el famoso affaire Lyssenko», de «no estar dispuesto a confrontar la realidad científica como no coincida con su religión particular». Acusa a Alfonso Guerra de intentar, cuando alcance el poder, «meter en la cárcel o en un manicomio a todo aquel que sea considerado como su adversario político» y, tras insultarle personalmente, intenta prevenir sobre lo que haría de ministro del Interior, terminando con un aviso a sus «amigos militantes del PSOE» (?) para que se cuiden de lo que les puede pasar en el futuro.
Yo soy un médico de la Seguridad Social que no tiene más dedicación profesional que esa y que, como la gran mayoría de los sanitarios españoles, no estoy de acuerdo ni con las formas ni con la estrategia política sanitaria de Ciriaco de Vicente, pero lo que rechazo es que se intoxique, en lo intelectual, a la opinión pública, con la misma bajeza que, en lo somático, los españoles estamos sufriendo con la neumopatía tóxica.
El firmante de ese asqueroso bodrio tergiversa y manipula, sacándolas de su contexto, las declaraciones de Ciriaco de Vicente y Guerra, sin probar nada ni exponer ninguna tesis, como no sea el decir lo malas que son otras que a él no le gustan, apoyándose además en un artículo aparecido la semana anterior en ese periódico, en «Tribuna libre», donde lo que menos había era objetividad y por donde se veía, claramente, cuálera el sentir, en política sanitaria, de su firmante: desde un punto de vista político, poca democracia. Desde un punto de vista sanitario, mucho peseteo.
No quiero extenderme mucho y voy a dar una prueba del, método cartesiano del firmante Jardón: la información que ha tomado como base para acusar a Guerra de que va a meter en la cárcel o en manicomios a sus adversarios políticos cuando tenga el poder es muy otra. Los órganos de información publicaron los pasados días 10 y 11 que Alfonso Guerra había declarado, respecto a las responsabilidades por la neumopatía tóxica que alcanzaban al ministro de Sanidad, que debería ir a la cárcel o a un manicomio. Concretamente, en Hora 25, en su emisión del día 10, viernes, en un flash informativo se decía eso. No más. Se refería, expresa y claramente, al ministro. Entonces, la neumopatía se había cobrado 62 vidas. Ya son 73: el doble ampliado de las que se ha cobrado el terrorismo criminal en lo que va de año.
Y encima viene ese individuo, que por lo visto pertenece al número de españoles que consideran que es más delictivo denunciar infracciones legales que cometerlas, y con unos métodos que sí son estalinistas, intentando confundii socialismo democrático con estalinismo y demostrando una incultura política, por malignamente voluntaria más soez, y, en lo sanitario, intentando desprestigiar una opción a la que tendrá todo el derecho del mundo a oponerse, pero no utilizando armas de tal insalubridad social que estén incursas en el Código Penal, además de en la conciencia de los hombres que quieren vivir en la libertad./ Médico.
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