El Insalud pretende una reagrupación de la red hospitalaria y reforzar la autoridad de la inspección

Luis Sánchez Harguindey, secretario de Estado para la Sanidad, presidió ayer la sesión extraordinaria del Consejo General de Administración del Insalud. El secretario de Estado expuso las líneas generales de actuación a seguir por el instituto, basadas en una reagrupación de la red hospitalaria, un refuerzo de la autoridad de los servicios de inspección y prioridad en el perfeccionamiento de los centros en funcionamiento actual, a la par que se sincronice el equipamiento y la dotación de plantillas con la terminación de las obras de otros centros.Sánchez Harguindey analizó el presupuesto de inversiones de 1981, cifrado en casi 57.000 millones de pesetas. Dio cuenta de que 14.000 millones de este presupuesto corresponden a inversiones de ejercicios anteriores autorizados, y de que, hasta la fecha, se había ultimado la propuesta del gasto del 75% del total, según los criterios de los asesores técnicos.

Con respecto al presupuesto de 1982 anunció la prioridad que se impartirá al perfeccionamiento de los centros que actualmente funcionan, así como al equipamiento, en medios y personal, de los que se hallan en obras; todo ello dentro de un marco de descentralización de funciones de contratación.

El secretario de Estado aludió a la necesidad del aprovechamiento óptimo de los recursos, mediante la puesta en marcha de los que se hallan inutilizados. En el contexto de estas actuaciones anunció un plan de modernización de la Ciudad Sanitaria La Paz, en tres fases, con una inversión de 1.800 millones de pesetas.

En cuanto a la reagrupación de la red hospitalaria, apuntó estudios en curso sobre áreas pilotos que den la pauta de una asistencia sanitaria racional, especialmente en relación con los servicios de urgencia y la asistencia perinatal. A fin de una mayor operatividad, según estimó Sánchez Harguindey, se integrarán en el Insalud el Instituto Nacional de Medicina y Seguridad en el Trabajo, la Escuela Nacional de Medicina en el Trabajo y las estructuras de la medicina de empresa, así como la valoración médica de la invalidez.

Finalmente aludió a la Inspección de Servicios Sanitarios, y, en general, al Cuerpo Sanitario de la Seguridad Social. «Se echa en falta», dijo, «una clara autoridad de una inspección tan comprometida como la que ha de desarrollar el cuerpo sanitario».

Para el reforzamiento o establecimiento de una obligada autoridad de este cuerpo es preciso, según el secretario de Estado, que las inspecciones que supongan una rectificación de irregularidades o desviaciones tengan una materializión en tiempo real, que tenga una clara dependencia este cuerpo, como órgano técnico, del servicio de esta naturaleza inmediatamente superior, y darle al técnico el nivel que le corresponde.