Presentación del documento base para la reforma de las enseñanzas medias
La tantas veces anunciada reforma de las enseñanzas medias inició ayer su andadura formal con la presentación oficial del documento base de dicha reforma, que el Ministerio de Educación y Ciencia somete a partir de ahora, hasta el próximo mes de noviembre, a la consideración de las asociaciones de profesores, padres de alumnos y sindicatos.
Las aportaciones y críticas de estas entidades, así como las de todas las relacionadas con el mundo económico, laboral y empresarial, tan clara y directamente vinculado a todos los aspectos de la enseñanza media que se refieren a la formación profesional, configurarán la documentación que habrá de servir de apoyo para el correspondiente proyecto de ley.El ministro de Educación y Ciencia, Juan Antonio Ortega, aseguró a los informadores el firme propósito de su departamento de que la reforma que se produzca sea realmente participada, muy particularmente por lo que concierne a la comunidad escolar, sin cuyo impulso aquélla no tendría sentido.
Junto a esta característica de la participación, se pretende que la reforma sea reflexiva y paulatina, lo que significa que debe ser planteada sin urgencias.
Él libro, que se ha editado con el título Las enseñanzas medias en España, no da, según indicó también el ministro, soluciones cerradas y definitiva s, precisamente porque se pretende que en torno al tema se produzca un verdadero debate institucional, con seminarios, mesas redondas, conferencias y tribunas en los medios de comunicación social, cuya colaboración en el proceso que ahora se abre pidió expresamente.
No obstante, este documento, elaborado por el equipo técnico de la Dirección General de Enseñanzas Medias, presenta bastantes propuestas concretas, que apuntan las grandes líneas de lo que puede ser la enseñanza media del futuro en nuestro país. Líneas que podrán ser corregidas o modificadas como consecuencia de las aportaciones que se produzcan a lo largo de todo el proceso de consulta.
Estas líneas perfilan una enseñanza media dividida en dos ciclos: el primero, de dos años de duración y que se impartiría indistintamente en los actuales centros de bachillerato y de formación profesional, se culminaría con un título de bachiller general y técnico, de igual validez legal para la prosecución de los estudios en el segundo ciclo, con independencia de la modalidad que se elija dentro de éste.
Se pretende que dicho primer ciclo, pese a su carácter de tronco común, sea en realidad un bachillerato mucho más diversificado que el actual, lo que implica ya una primera posibilidad de opción entre diversas materias. En cualquier caso, junto a los aspectos humanísticos, tendrán un peso específico las enseñanzas de carácter técnico, que, según adelantó hace ya algún tiempo el propio director general de Enseñanzas Medias, Raúl Vázquez, posibiliten en alguna medida la aproximación del alumno que no vaya a seguir estudiando tras su primer empleo.
El segundo ciclo previsto constaría de dos modalidades: un bachillerato superior, orientado hacia los estudios universitarios, que tendría dos años de duración, y unas enseñanzas de carácter técnico y profesional, de duración variable en función de la modalidad de estudios elegida.
El documento de la reforma, que parte de un análisis global de todo el sistema educativo, en la medida en que las enseñanzas medias están estrechamente relacionadas con los niveles primario y superior de la enseñanza, ha sido previamente sometido a la consideración de las comunidades autónomas de Cataluña y el País Vasco.
En opinión de las autoridades ministeriales, las especiales características de las antiguas universidades laborales las convierten en un excepcional banco de, pruebas para la reforma que se proyecta.
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