Debate sobre la ley de Cesión de Tributos a la Generalidad

El Pleno del Congreso aprobó, en la última parte de su sesión de ayer, los diecisiete primeros artículos del proyecto de ley de cesión de tributos a la Generalidad de Cataluña. Esta ley es el resultado de los acuerdos de la comisión mixta Gobierno-Generalidad, que, según el Estatuto de Cataluña, deben tramitarse como proyecto de ley.Al explicar el proyecto, el ministro de Hacienda, Jaime García Añoveros, resaltó que es propósito del Gobierno seguir adelante con el desarrollo autonómico en general y del Estatuto. catalán en particular, ya que cada paso que se dé en este sentido, si respeta la solidaridad y la unidad y está bien fundado, es positivo porque fortalece la democracia.

En su explicación dijo que el proyecto llega al máximo de sus posibilidades en la cesión de tributos, de acuerdo con el Estatuto de Autonomía y la ley orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas. Los impuestos cedidos son: extraordinario sobre el patrimonio de las personas físicas, general sobre sucesiones, transmisiones patrimoniales, lujo en conceptos de devengo en destino y tasa estatal sobre el juego.

En nombre del Grupo Socialista de Cataluña, Ernest Lluch pidió que se incluyesen también otros tres tributos, que serían el impuesto sobre actos jurídicos documentados, el impuesto extraordinario sobre el teléfono y el de tráfico de empresas para las transmisiones de inmuebles en el mercado minorista. El diputado socialista defendió la conveniencia de su proposición en base al Estatuto de Autonomía y la, LOFCA.

Intervención de Trías Fargas

Aprovechando la explicación de voto en una de las enmiendas, Ramón Trías Fargas, como portavoz de la Minoría Catalana, aclaró que, entre otras cosas, el impuesto sobre actos jurídicos documentados no había sido incluido porque no figura en el Estatuto de Autonomía ni en la LOFCA, y ello como resultado de una negociación en la que se aceptó que tal impuesto, fuese excluido del proyecto de estatuto, donde originalmente figuraba. En esa línea, Trías Fargas dijo que no se puede ir contra los propios actos y aplicó esto a la opinión general que sobre la ley tiene su grupo, en el sentido de que es en conjunto positiva.